Al rededor del mundo este fin de semana se celebrará un sin numero de homenajes, radiales, periodisticos, escritos, fotos, etc, sobre uno de los cantantes mas versatiles, aclamados y famosos de la salsa Hector Juan Perez Martinez "Hector La Voe" a quien mañana recordamos como el día de su descanso y el paso a ser leyenda y aprovecho para compartir esta nota de nuestro buen amigo John Ceron, columnista de la página de la salsa del Espacio por que este es especial, quien se reunió con Priscilla Vega, hermana de Hector y asi lo recordaron:
20 años de la muerte de Héctor Lavoe: una estatua para el ‘Cantante de los cantantes’
“Héctor Lavoe, a pesar de llevar 20 años de muerto sigue presente y sigue siendo ‘El cantante de los cantantes’. Su música suena en toda Latinoamérica y mucho más en su natal Ponce, Puerto Rico”, así recordó Priscilla Vega a su hermano, en entrevista con El Espacio desde Nueva York, lugar donde pasa vacaciones –vive desde hace años en Puerto Rico–.
Ella fue la mujer que recibió al ‘Flaco’, al hombre que ‘respiraba debajo del agua’, cuando no tenía fama, pero sí esa voz prodigiosa que lo catapultó a la eternidad, en esa Nueva York de los años 60.
“Recuerdo que él estaba trabajando en la parte alta de un andamio y como era tan ‘flaco’, le dije que se bajara de allá y que regresara a la casa, que de alguna manera podría vivir sin necesidad de arriesgar su vida. Él se bajo y siguió con su sueño de la música. Al paso de los años se fue de mi lado, y yo me mudé nuevamente para Puerto Rico y conoció a Carmen, con quien duró muy poco tiempo, pero de esa relación quedó José Pérez, su hijo, luego se casó con ‘Puchi’, con quien tuvo a Hectitor, quien falleció trágicamente y adoptó a la hija de ella, Leslie”, recordó.
“Héctor era una buena persona, muy chistoso, siempre salía con un apunte. Desde niño tenía la habilidad de cantar, en la escuela lo hacía desde los cinco años y se ganó un premio, y ya a los doce cuando la televisión llegó a Puerto Rico, empezó a participar en los programas y le fue bien, siempre veía y escuchaba a Felipe Rodríguez y Tito Lara –trovadores boricuas–”, agregó.
“Cuando ya logró la fama y nos veíamos en alguna reunión no nos cantaba, pues los compromisos lo atrapaban, pero sí nos llevaba su música. En esos encuentros se mostraba muy noble, cariñoso, era muy diferente a como lo muestran en las películas que han hecho sobre su vida, pues allí le dan énfasis a la actitud negativa y las cosas bonitas, como los conciertos no se muestran y eso duele. De los libros que hablan de él, me gusta el de Jaime Torres titulado: ‘Cada cabeza es un mundo’, pues él entrevistó a muchas personas y son cosas reales lo que allí se plasma”, manifestó la mujer.
Sobre sus momentos de inspiración y de musa, Priscilla dijo: “Héctor se inspiraba en lo que veía y le salían cosas graciosas, era repentista. Era muy grato estar con él, pues uno se reía de sus ocurrencias. Hasta en el hospital ya en sus últimos días no perdió el buen humor, hacía chistes, nunca estuvo aburrido o amargado. Sin embargo aunque estuviera rodeado de miles de personas, se sentía solo, era como depresivo, pues estaba al lado de uno, pero la mente estaba en otro mundo, esto se dio luego de conocer y alcanzar la fama”.
José Pérez
“Tengo comunicación esporádica con ellos –José y Leslie–, nos vemos cuando se cumple un aniversario más de su nacimiento, que es el 30 de septiembre. Cuando puedo visito a José y a su mamá Carmen, que viven en Tampa, pero ahora mismo se encuentran en Nueva York por algunos compromisos personales”, dijo.
Cuando le preguntamos sobre imágenes inéditas de ‘El hombre de Ponce’, nos dijo que sus ‘fans’ tienen cosas que ella jamás conoció, entre estas, fotos y recuerdos materiales. Sobre sus pertenencias manifestó que algunas quedaron en manos de Leslie y José, pero hace exactamente un año se registró un incendio en la casa de este último y se perdieron algunas cosas, otras más aún las conservan y según Eric Rivera, cantante boricua, amigo de Héctor y promotor de la estatua que están fabricando en homenaje al ‘Cantante’ y la cual estará exhibida en su pueblo natal, están buscando un centro comercial para hacer un museo con algunas de las cosas que pertenecieron al artista, como por ejemplo, sus grabaciones originales, sus discos de Oro y varios trajes que vistió en sus conciertos.
La estatua
Eric Rivera le manifestó a El Espacio desde Ponce que para el próximo 30 de septiembre esperan tener lista la estatua y desvelarla a sus fanáticos, esta escultura según el mismo Eric, tendrá movimiento y en sus manos estarán el micrófono y las inseparables maracas.
“El escultor que la está haciendo no conoció a Héctor, entonces nosotros le estamos diciendo cómo era para que le ponga los rasgos físicos exactos y así quede idéntico”, señaló Priscilla.
Aunque aún faltan 13 mil dólares para terminar la obra, Rivera, que fue amigo personal del artista, ha recorrido ‘La Isla del Encanto’ en búsqueda de recursos para que esta obra pueda ser terminada en la próxima celebración de su onomástico. Cabe recordar que durante dos años seguidos en su pueblo natal realizaron el festival de música ‘Héctor Lavoe’, el cual también quieren revivir para honrar su memoria artística. Igualmente cuando llega el 30 de septiembre –día de su natalicio– sus fans se vuelcan a su tumba ubicada en el cementerio municipal de Ponce, acompañados de tambores, maracas, güiros, guitarras, afiches, discos y grabadoras de cuyos parlantes salen las canciones que lo dieron a conocer mundialmente y celebran esta fecha, allí mismo reposan los restos de su hijo Hectitor y su esposa Nilda Román ‘Puchi’.
“En puerto Rico suena mucho su música, le hacen homenajes, hay posters en las discotecas y centros de rumba, nadie lo olvida, siempre está presente en varios países del mundo, entre ellos Colombia”, señaló la hermana.
Su legado músical
Sobre quién podría seguir cantando o por lo menos con su legado musical y que lleve su sangre, Priscilla manifestó que no lo ve muy fácil, pues aunque un hijo de ella es Dj y pone salsa y mezcla la música de ‘Lavoe’, no ve posible que lo imite, sin embargo tiene un nieto que aún no se sabe si siga sus pasos musicales.
Carmen Castro
Carmen Castro, quien fuera su primera compañera sentimental por algún tiempo y madre de su hijo José Pérez, también habló con El Espacio e hizo una semblanza del artista. “Cuando lo conocí era flaquito, muy alegre, en ese momento éramos muy inocentes. Recuerdo que lo vi por primera vez en un club cuando estaba tocando y así empezamos a salir y luego quedé embarazada y él se marchó”. “Cuando se acerca otro aniversario de su muerte, es muy doloroso tanto para mí como para José, su hijo, quien ha estado un poco enfermo y pues casi no quiere hablar”.
“Él poco estuvo con su padre cuando vivía y ahora después de muerto se llevaron sus restos para Puerto Rico, eso lo puso muy triste. En Nueva York José lo visitaba casi todos los días, cuando estuvo en la clínica y en su casa. Luego lo hacía en su tumba”, indicó.
Volviendo al artista y a sus amores con él, manifestó: “Héctor no era bailarín, era un jibarito normal, pero sí muy detallista, amoroso, pegajoso, cuando me daba rabia por algo me reconciliaba dándome besos y abrazos. Cuando se marchó de mi lado, me dijo que lo recordara con el tema ‘Ausencia’. Nunca me olvidé de él. Cuando podía me llamaba y muchas veces me dijo que algún día volvería conmigo. Le dio muy duro cuando supo que me había casado nuevamente. En sus últimos días lo visité y hablamos”, así recordó Carmen al hombre a quien la fama, la música, el dinero y los viajes lo rodearon, pero que a pesar de esto su vida de alguna manera fue triste y solitaria, como él mismo lo plasma con su majestuosa voz en la canción que compusiera Rubén Blades y que al final del tiempo resultó ser como una autobiografía de Héctor Juan Pérez Martínez, ‘Lavoe’, titulada: ‘El Cantante’.
tomado de la pagina de la salsa
el Espacio Bogotá
por John Ceron
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