miércoles, 26 de junio de 2013

Héctor Lavoe: seis años de esplendor con Willie Colón


Héctor Lavoe: seis años de esplendor con Willie Colón


  

En principio a Héctor no le sedujo la idea de grabar con Willie Colón. Más que pertenecer a la New Yorkers –con la que había publicado su primera canción- lo que él quería en el fondo era trabajar bajo la dirección artística de Johnny Pacheco.

El maestro dominicano, conocido en el ambiente musical de estos momenots como ‘El zorro plateado’, evocó en el lobby del hotel El Prado de Barranquilla, en febrero de 2009, aquel candente episodio que hoy es recordado como una jocosa anécdota.

“Héctor era tan franco y jodón que no tuvo miramiento en decirle a Willie, en la cara, que su banda era ‘flojonga’. Para Willie ese fue un duro golpe a su orgullo. El batatazo fue doble porque, además de que se había resentido su ego, necesitaba los servicios de ese muchacho para empezar su ciclo en un sello de prestigio como Fania Records. Yo tuve que terciar hablándole fuerte a Héctor: ¡Coño, o es con Willie o no hay grabación”.

El resto de la historia es conocida por todos: se limaron las asperezas y Willie Colón y Héctor Lavoe conformaron una de las sociedades más célebres de lo que hoy se conoce como salsa.
A finales de 1966 empezaron la grabación de su primer disco de larga duración, el cual saldría a la luz en 1967 con el título El malo.

En esa primera producción Willie Colón y Joe Santiago ejecutaron los trombones; Nicky Marrero se fajó en los timbales; Mario Galagarza hizo lo propio en la conga; Pablo Rosario ejecutó el bongó; Dwight Brewster, el piano; Eddie ‘Guagua’ Rivera y James Taylor, el bajo; Yayo El Indio y Elliot Romero participaron en los coros, y Héctor Lavoe fue el líder vocalista.

Época fructuosa

La segunda producción de Héctor Lavoe y Willie Colón salió al mercado en 1968. Se tituló The hustler y, al igual que El malo, no logró convencer al público. El 30 de septiembre de ese año nació su primogénito, José Alberto, fruto de su unión fugaz con la neoyorquina Carmen Castro, hija de puertorriqueños.

Casi que en forma simultánea al nacimiento de su hijo, Héctor inició un tórrido romance con Nilda Román, ‘Puchi’, la que habría de ser su gran y tormentoso amor, y con la que contraería matrimonio en 1969. En ese año apareció Lavoe por primera vez en la portada de un disco y su nombre salió en grande, aunque más pequeño que el de Willie Colón. El elepé se tituló Guisando.

Cinco días antes de que José Alberto cumpliera su primer año, ‘Puchi’ le dio a Héctor el segundo hijo: Héctor Jr.

El despegue

A partir de 1970 despegó en firme en América Latina la carrera de Héctor Lavoe y Willie Colón con la publicación del disco Cosa nuestra, que incluyó los éxitos No me llores más, Te conozco, Juana Peña, Ausencia y el gran suceso de todos los tiempos: Che che colé. Vendrían los conciertos todos los fines de semanas, los viajes por todo el continente, el licor, las mujeres, las drogas, los incumplimientos, la perdición.
El público elevó a Willie Colón y Héctor Lavoe a la condición de ídolos.

Nueve discos de larga duración, de los cuales dos fueron dedicados a la época navideña -con la intervención destacada de Yomo Toro y Roberto García, con la ejecución del cuatro- constituyeron la cosecha de Héctor y Willie.

A finales de 1973, obligado por la vida disipada de Héctor, Willie decidió separarse de él para iniciar por separado su carrera. Comenzaba así un nuevo capítulo en la historia de la salsa.

Por Fausto Pérez Villarreal

tomado del Heraldo


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