lunes, 24 de junio de 2013

Óscar D’León se enfrentó a un público frío en Ecuador

Óscar D’León se enfrentó a un público frío en Ecuador.





Su alegría y su sonrisa contagiosa estaban presentes durante el escenario y fuera de él. Óscar D’León, el Faraón de la Salsa, llegó a Lago Agrio, en Sucumbíos, con la sencillez y la calidez que lo han caracterizado en sus más de cuarenta años de carrera.

En un show por los 34 años de cantonización de Lago Agrio, presentó el jueves, al aire libre y al borde de la medianoche, un concierto de más de dos horas. Fue un repaso de sus éxitos.

La infaltable canción Llorarás abrió su concierto en esta ciudad, que no hizo gala de su clima. No fue cálida con el artista. Sus habitantes permanecieron sentados en unos casos y en otros, solo de pie, sin moverse. El venezolano había llegado a la ciudad donde nadie bailaba.

Entonces, el reto por alegrarlos fue triple. Romper el hielo y provocar que dejen las sillas y se pongan de pie, para echar un baile, fue un desafío a lo largo del concierto y solo dio resultado casi al final. Sobre el escenario, él no dejaba de bailar con su orquesta de 17 músicos que lo acompaña en su gira.

Cantó Dile que se va a caer y Yo quisiera. Pero también regaló sorpresas al público como Nuestro juramento y Azabache, de Julio Jaramillo.

Siguieron más canciones como La Vela, Frenesí, A él, Carmen, Detalles, Ariel... El público seguía apagado y una mujer colombiana, de visita en la ciudad, se admiraba de que nadie bailara. “Esto en mi país sería una fiesta”, comentó.

Todo el público observaba, ante la mirada vigilante de la Policía, mientras Óscar D’León se preguntaba: “¿Qué le pasa al público?”. Y su colega, la violinista Janeth Trejo, le respondía: “Está frío”.

Entonces llegó la música para todos los gustos, desde el Pinocho, en versión cumbia, Castellano, qué bueno baila usted hasta el baile del Twist y un homenaje póstumo a Celia Cruz con La vida es un carnaval. Con canciones como Rebelión, con su “no le pegue a la negra”, y Sigo siendo el rey, en ranchera, sacudió a algunos entusiastas habitantes de Lago Agrio y turistas.

Sus temas eran seguidos en un iPad que Óscar colocó frente a su micrófono. Horas antes había comentado en una rueda de prensa que, debido al accidente doméstico que sufrió en su ojo izquierdo en abril pasado, su visión se redujo.

Sin perder su buen humor, comentó que solo ve luz (“no veo imagen”), que los días de recuperación –tras las operaciones a las que fue sometido en Miami– fueron difíciles y que, tras recibir el alta, lo primero que hizo fue meterse al estudio y ensayar.

Ecuador es el primer país en donde ofrece un concierto después del accidente. Sus próximos shows serán en La Guaira, Puerto Cabello y Maracaibo, en Venezuela; el 24 de julio estará en Guayaquil, según dijo vía Twitter. Al despedirse de Lago Agrio, D’León no dejó de halagar la calidez de su gente, que masivamente fue a verlo en un escenario al aire libre.

"La operación para salvar mi ojo duró casi dos o tres horas. Después hubo otra para volver a poner la córnea y la retina, que la fijaron con silicona".

"Hay que esperar que pasen dos o tres meses para insertar otra vez el lente. No veré con la nitidez del ojo derecho, pero veré, que es lo importante”.


tomado del diario Universo de Ecuador 

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