Invitados internacionales en Bogotá
Seguimos con noticias de Salsa al Parque,
Antes de hablar de quienes llegarán llegaran como artistas internacionales para estar en tarima fuera de las orquestas locales que ya están seleccionadas debemos recordar que:
Unos son los finalistas LOCALES, que se presentan mediante méritos y proceso con audición para mostrar lo mejor de su trabajo y su arte en tarima durante esos días,teniendo en cuenta el criterio de jurados elegidos y contratados especialmente para esta labor, otros son los artistas nacionales que con su talento llegan a colaborar a reforzar la riqueza de la música salsa y otra historia es la orquesta internacional, o los artistas internacionales, cuyo fin es contratarlos para que nuestras bandas locales tengan brillo en la tarima y sean el gancho de asistencia del público para que todos disfruten de todas las propuestas, repito: Ojo el sentido del festival es mostrar el trabajo de las bandas que están trabajando en Bogotá, por eso hay que asistir, no solo es ir a ver el sábado a los internacionales, si quieres mas salsa en el futuro apoya los que están arrancando, hay que escucharlos!
Esto lo escribimos por que desde ya surgieron preguntas sobre el por qué no contratan bandas locales diferentes, o por que en vez de las bandas locales pequeñas no traen los de renombre, Ya aclarado el tema damos la buena nueva que ayer 7 de mayo Idartes Bogotá y la Alcaldía Mayor de Bogotá lanzaron lo que es el plan cultural de festivales para el primer semestre de 2015 llamado Festival de festivales, allí tuvo el lanzamiento del Festival de Salsa al Parque, que como ya decíamos en otros apartados se realizará el sábado 30 y el domingo 31 de Mayo y su evento de Coleccionistas y melómanos el 14 de julio.
Se entregó información preliminar sobre los artistas internacionales que fueron contratados para alegrarnos esos fines de semana capitalinos.
Llegarán de Perú la orquesta Sabor y Control, de Puerto Rico La gran Sonora Ponceña en cabeza del maestro Papo Lucca, la orquesta del maestro Willie Rosario, el querido y rematará la internacionalísima Maité Hontelé , el afamado y recordado cantante, quien hubiera sido voz del conjunto clásico Tito Nieves, en redes sociales aparece como invitado, pero oficialmente no se dá la declaración por parte de Idartes, de sus managers, o de él, sobre el hecho verídico que sí asistirá al festival.
Orquesta Sabor y Control:
Miembros:
- BRUNO MACHER - director, saxo tenor y voz,
- CONSTANTINO ÁLVAREZ - timbal y coros,
- JULIO GALARZA - congas y coro,
- ROBERTO BALLUMBROSIO - bongó y campana,
- AHMED ALCÁNTARA - 2ª voz y coros,
- OSCAR FREITAS - bajo,
- HUGO LAZARES - piano,
- CHRISTIAN ZAVALA - saxo tenor,
- JEYMY CAMPOS - trombón,
- ORLANDO CARBONERO - trombón
Sabor y Control es una orquesta peruana de Salsa Dura y Descarga creada por el saxofonista Bruno Macher en el año 2000 con músicos profesionales de primer orden, cuya propuesta directa es el rescate de la raíces de este género, pero sin descartar por ello la búsqueda de un sonido propio y una identidad, tanto en su sonido como en sus letras.
Siempre anda en una constante búsqueda de los elementos que definen el barrio, la calle, la esquina y volcando todas estas vivencias en sus interpretaciones, muy ligadas a nuestras costumbres y lo cotidiano, es por eso que se puede catalogar el género de esta orquesta como "Salsa Peruana" (Salsa Dura, Brutal y Salvaje).
Arrancó siendo sexteto, pero la inclusión de piano y otros instrumentos donde fueron explorando hicieron que la propuesta se sellara bajo el concepto de orquesta.
Cabe señalar que "Sabor y Control" cuenta con siete producciones:
1. “El Guapo soy yo” (2006)
2. Cuchillo en los ojos (2008)
3. Alta Peligrosidad (2009)
4. Barrio Bendito” (2010)
5. El Más Buscado” (2011)
6. Cruda Realidad” (2012)
7. Humildad” (2014)
Estos siete discos fueron grabados en sesión (en vivo en estudio) y siendo en su totalidad temas propios.
Aquí algunas piezas de interés sonoro :
SABOR Y CONTROL - BARRIO BENDITO
SABOR Y CONTROL - El Bravo
SABOR Y CONTROL - La Calle Esta Sabrosa
SABOR Y CONTROL - LA PRISIÓN
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SONORA PONCEÑA
Don Quique, Papo Lucca y La Sonora Ponceña
Era en Ponce, Puerto Rico, cuando en el 1944 un músico oriundo de Yauco, pero ahora residente de esa ciudad, Enrique “Quique” Lucca Caraballo, decide formar una agrupación musical. Configurada originalmente por dos trompetas, ritmo y voces, y constituida en su totalidad por músicos ponceños, la orquesta es bautizada “Orquesta Internacional”.
Diez años más tarde, el sueño de Lucca, el de lograr hacer algo transcendental, se empieza a esfumar. Cansado de la fiestas de salón y los contratos domingueros, decide desbaratar el conjunto. El quería algo más que un quinteto como el que lideraba en ese momento y buscaba aumentar sus ingresos para sustentar mejor a su esposa Angélica y a sus tres hijos: Zulma, Enrique y Wanda.
Pero llevaba la música en la sangre, y al poco tiempo, febrero de 1954, los reunió de nuevo. Don Enrique iba a establecer un nuevo conjunto, uno más grande, con un sonido más potente. Para alcanzarlo, se había nutrido de un repertorio de temas populares compuestos por Arsenio Rodríguez (a quien le tenía una profunda admiración), la Sonora Matancera y el Conjunto Casino, el de los dos Roberto: Faz y Espí. El nombre oficial de la flamante orquesta sería ¡La Sonora Ponceña!
Los primeros discos de la Ponceña, a pesar de su éxito comercial y excelente instrumentación, no dejaban de ser extraños, ya que se hacían llamar “Sonora”, tenían formato de Orquesta y sonaban como un Conjunto. Y la razón era evidente; aún estaban bajo la influencia del “Ciego Maravilloso”, Arsenio Rodríguez, el tercer cubano, cuyo sello musical era parte inquebrantable de los conjuntos de la época. En sus comienzos, La Ponceña y La Perfecta de Eddie Palmieri, orquesta ubicada en Nueva York, eran muy parecidas, con la excepción de que la sección de vientos de esta última estaba centrada en los trombones.
Tres hechos determinaron la consolidación del estilo de La Sonora Ponceña. El primero fue el nacimiento en 1946 de Enrique Arsenio, el hoy internacionalmente reconocido “Papo”, un niño prodigio que hiciera su debut profesional en el programa de televisión de la popular cantante puertorriqueña, Ruth Fernández, tocando el piano y acompañado por la orquesta fundada por su padre.
La Segunda fue la compra del sello Inca por parte de Jerry Masucci, dueño de la firma Fania Records, quien había escuchado a La Sonora en diferentes conciertos durante sus visitas a Nueva York. Se compra ampliar la distribución y le dio a la Orquesta la oportunidad de conocerse por toda la cuenca caribeña. La tercera, el hallazgo por parte de Papo de la obra musical del pianista Oscar Peterson, considerado uno de los mejores exponentes de Jazz, y cuyo estilo se escuchaba en sus solos de piano.
La historia del desarrollo y eventual éxito del pequeño Enrique está llena de gratas y amenas memorias. Como cuando por más que tratara, en su primera presentación profesional en el programa de Fernández, descubre que no podía alcanzar los pedales del inmenso piano negro que le habían proporcionado. Tenía cuando eso once años y siendo para su edad fisicamente chico, si se sentaba a tocar, los pies no le llegaban a los pedales y si lo hacía parado, casi no veía las teclas. Al rescate Don Quique, quien consola al niño y le dice que no se preocupe porque él nunca permitiría que esa tarde perdiera la oportunidad de tocar profesionalmente por primera vez , le amarra unas extensiones a sus zapatos para que pudiera manejar los pedales.
Otra entretenida anécdota sucede cuando tenía cinco años. Resulta que el niño tocaba las claves con gran habilidad y una de las diversiones favoritas de su padre era verlo tocar con el grupo. Una tarde, mientras el Conjunto Internacional ensayaba, Papo se sienta detrás de una tumbadora mucho más grande que él y comienza a tocar “Ran Kan Kan”, el mambo descarga que popularizara Tito Puente, con tanta precisión que los miembros de la orquesta lejos de interrrumpirlo, decidieron acompañarlo. Días mas tarde, Don Quique habla con un buen amigo , Francisco Alvarado, y con su ayuda matriculan al pequeño en la Escuela Libre de Música Juan Morel Campos de Ponce. Ahí los profesores le enseñaban las normas por la mañana y Don Quique las reforzaba por las noches.
En noviembre de 1957, el niño es la atracción principal de La Sonora Ponceña durante un baile en la ciudad de Bayamón. Familiares, amigos,músicos y el público en general quedan encantados con la presentación, y aunque esa noche no se habló mucho del pequeño pianista, para Don Quique, su conjunto, por fin estaba en la ruta que siempre había anhelado. El año siguiente, tres discos de 78 rpm materializan su quimera. Especialmente, el último de ellos, donde La Sonora Ponceña con Papo Lucca en el piano, acompaña a los boleristas Felipe Rodríguez y Pedro Ortíz Dávila, “Davilita”. Tapas de refrescos nuevamente son utilizadas para que alcance los pedales.
Durante los sesenta, Papo se convierte en la imagen principal y emblema de La Sonora Ponceña y los empresarios comienzan a exigir en los contratos la participación del chico. Y en cada presentación, todas las miradas quedaban fijadas en Papo, no sólo por su juventud, sino también por su innegable talento. A mediados de esa decada, el joven paso de ser el orgullo de su padre para convertirse en el orgullo de su ciudad.
El representante del Sello Inca, Pedro Páez, interesado en La Sonora Ponceña, le ofrece a Don Quique un contrato que no duda en firmar, y con algunas canciones compuestas por integrantes del grupo y otras originales de Arsenio Rodríguez, La Ponceña graba su primer disco de larga duración. Titulado “Hacheros Pa’ Un Palo”, todos los arreglos estuvieron a cargo del joven Papo.
El disco, y en especial el tema de le daba nombre, se convierte en un tremendo éxito radial en Nueva York. Lo mismo sucede con la Segunda grabación, “Fuego en el 23”, realizada en 1969. Cuando eso, además de Don Quique y Papo, La Sonora Ponceña estaba integrada por los cantantes Luigi Texidor y Tito Gómez, el bajista Tato Santaella, el timbalero Edgardo Morales, el conguero Félix Torres, el bongosero Francisco Alvarado y los trompetistas Carmelo Rivera, José Rodríguez, Delfín Pérez y Ramón Rodríguez.
Lucca llegó a conciliar tal influencia con la de Lili Martínez Griñan, el pianista y arreglista del Conjunto de Arsenio Rodríguez, que logró un estilo muy propio, y el que poco a poco se convirtiera en la base de toda la agrupación; aún cuando ese cambio no se hace presente en las primeras grabaciones con Fania. El primer disco para ese sello fue “Navidad Criolla”, álbum que recoge una gran parte de la tradición de aguinaldos y parrandas puertorriqueñas. Los siguientes tres discos, “Prende el Fogón”, “Sonora Ponceña” y “Sabor Sureño”, regresan nuevamente al estilo de Arsenio y la similitud con Palmieri. No fue hasta 1975, con el disco “Tiene Pimienta”, que Papo Lucca incorpora diferentes sonoridades con un teclado electrónico, hecho que consolida el siguiente año en “Conquista Musical”. La razón: el cambio de productor. Para ese disco, la disquera reemplaza a Larry Harlow con Louie Ramírez, quien además se asocia con Papo.
Aconsejado por Louie, La Ponceña inicia una gira por el Caribe y empiezan a internacionar su música interpretando y grabando temas, tales como “La Pollera Colorá”, del colombiano Wilson Choperena y bombas, merengues, boleros-feeling, guaguancós y sones. A fines de los 70’s , La Ponceña graba un disco con Celia Cruz, “La Ceiba”. Ese disco simboliza el cambio definitivo. Para ese entonces ya se habían incorporado como cantantes los puertorriqueños Miguel Ortíz y Yolanda Rivera, los que fueron seleccionados por las características tan disimiles que tenían; y cosa que lejos de turbar al oyente, como muchos temían, logró todo lo contrario.
En 1980, Papo graba uno de los discos más llamativos de La Sonora, “New Heights”, grabación que propuso un nuevo concepto, la ilustración de la carátula. Esa ilustración (y las siguientes), los acercan aún más al público y les crean, aparte de aficionados de su música, un nuevo grupo de seguidores, coleccionistas de tapas. Además, con ese disco, comienzan a titular las grabaciones en Inglés, cosa que refuerza el carácter internacional de la orquesta y es la que mejor mostraba una producción a nivel visual.
A mediados de los 80’s, La Sonora Ponceña era ya conocida como la agrupación más importante de Salsa en Puerto Rico y los Lucca eran amos y señores de la sonoridad. Tanto así, que cuando contratan a un nuevo y desconocido sonero, el desaparecido Toñito Ledée, en menos de dos años ya era un ídolo popular.
Paralelamente, La Ponceña añade dos nuevas novedades; Una, la tenaz grabación de canciones de música moderna cubana, especialmente la de Adalberto Alvarez y la de Pablo Milanés. El primero, siendo Director de “Son 14”, le entrega a Papo dos inesperados éxitos, “Soledad” y “Cuestiones”; y el segundo, cada vez más alejado de la nueva trova que le diera fama y fortuna, le pone en las manos “Canción”, tema basado en un poema de Nicolás Guillen, y “Sigo Pensando en Tí”. La otra fue su incursión en el Latin Jazz, lo que obliga a modificar la sección de vientos y el sonido. Basado también en los arreglos, que cada vez tenían mayores elementos de Jazz, se torna aún más brillante.
Con una discografía de más de 30 discos, uno de los que mejor refleja la historia y monumental contribución que Papo y La Ponceña le han entregado a la música popular caribeña, fue grabado en vivo el 19 de febrero de 2000 en el Anfiteatro Tito Puente de Puerto Rico para celebrar, en forma oficial, su 45 Aniversario. Una impecable grabación donde están presentes muchas de las figuras que formaron filas en su seno y un repertorio que incluye, entre otras, los clásicos “Boranda”, “Timbalero”, “Fuego en el 23”, y “Ahora Sí”. Algunas en versiones extra largas, justificadas sólo porque muestran el virtuosismo de su Director.
En los años subsiguientes, aunque no volvieron a grabar hasta el 2004, La Sonora Ponceña continuó con sus presentaciones, tanto en Puerto Rico como fuera del País. Realizaron innumerables presentaciones en la Isla del Encanto, así como en Nueva York, La Florida, Washington, Connecticut, Philadelphia, Chicago, New Jersey, Venezuela, Panamá, Perú, Colombia, Ecuador, Paris, Inglaterra, Suiza e Italia.
El año 2004 resultó ser uno muy especial para Don Quique, Papo Lucca y su Sonora Ponceña. Por un lado, celebraron por todo lo alto, 50 Años en la música, mientras lanzaban al mercado su nueva propuesta musical, “Back to the Road”, bajo el Sello Pianissimo, propiedad del maestro Papo Lucca.
“Back to the Road” es un clásico disco de La Sonora Ponceña, donde se muestra lo que ha hecho de esta Orquesta una institución, demostrando que no se ha dormido en sus laureles y pasados éxitos, y envia un claro mensaje de que Papo Lucca sigue siendo un músico y visionario como pocos. Este trabajo discográfico demuestra la calidad de la Ponceña, siempre en la línea correcta, manteniendo la tradición y su sonido incomparable. Incluye, entre otros, Caprichosa, El Alacrán, Con Tres Tambores Batá.
En su Jubileo de Oro, que se celebró el 21 de febrero de 2004 en el Coliseo Rubén Rodríguez ante 12 mil personas, La Sonora Ponceña reafirmó su posición como una de las agrupaciones más célebres de Puerto Rico. Fue una fiesta como otras tantas que se forman cuando la Ponceña está en la tarima. La agrupación que dirigen Don Quique y Papo Lucca, sólo supo brindar su especialidad, un derroche de la mejor salsa en el mercado y un álbum musical repleto de nostalgia que incluye unas páginas gloriosas en el repertorio bailable afroantillano.
La Cámara de Representantes y la Legislatura de Puerto Rico, así como instituciones y grupos relacionados con la cultura y el quehacer artístico puertorriqueño, reconocieron a Don Quique y Papo Lucca, por la aportación que éstos han hecho a la música popular en Puerto Rico y el mundo entero durante los pasados 50 años.
El 16 de marzo de 2004, les fue dedicado el vigésimo tercer “Día Nacional de la Salsa”, el más importante acontecimiento salsero en Puerto Rico, celebrado en la Ciudad de Carolina.
En la Ciudad Señorial de Ponce, su ciudad de origen, recibieron el reconocimiento del Alcalde, Hon. Rafael “Churumba” Cordero (QEPD), nombrando una de las calles de la Ciudad, “Enrique Lucca Carballo”, en honor a Don Quique Lucca.
En una votación unánime, la Junta de Directores del “Día Nacional de la Parada Puertorriqueña en Nueva York, designó a la Sonora Ponceña, en su 50 Aniversario, como la Orquesta Invitada de Honor en el Noveno Desfile Anual celebrado el 13 de junio de 2004.
Antes de finalizar el 2004, el 4 de septiembre tuvieron el gran honor de inaugurar, junto al “Apolo Sound” de Roberto Roena y a Richie Rey y Bobby Cruz, uno de los escenarios más importantes de Puerto Rico y el Caribe, El Coliseo José Miguel Agrelot.
La Sonora Ponceña está integrada por Don Quique Lucca, Fundador y Director; Papo Lucca, Pianista, Arreglista y Director Musical; Edwin Rosas, Daniel Dávila, Fernando L. Colón, Cantantes; Delfín Pérez, Efrén Camacho, Mario Marcucci y Alfredo del Valle, Trompetistas; Alexander Rosas, Bajo; Wilfredo López, Conga; Domingo Gutierrez, Bongó y Jessie Colón y Manolito Rodríguez, Timbal.
Posee mas de 40 discos en su biografia entre algunos podemos ver:
1954 Felipe y Davilita - Con La Sonora Poncena
1968 Hachero Pa Un Palo
1969 Fuego en el 23
1970 Algo de Locura
1971 Navidad Criolla
1972 Desde Puerto Rico a NY
1972 Sonora Poncena "el soldado"
1974 Sabor Sureno
1975 Tiene Pimienta
1975 Lo Mejor de la
1975 Sonora Poncena
1976 Musical Conquest
1977 El Gigante del Sur
1978 La Orquesta de Mi Tierra
1978 Explorando
1979 La Ceiba con celia Cruz
1979 Energized
1980 Unchained Force
1980 New Heights
1981 Knight Rider
1982 Determination
1984 Future
1985 Jubilee
1985 30 Aniversario
1987 Back To Work
1988 On The Right Track
1990 Into the 90s
1991 Merry Christmas
1992 Guerreando
1993 Birthday Party
1993 Soul of PR
1994 Opening Doors
1995 Apretando
1998 On Target
2000 Puro Sabor
2001 Live 45 AÑos
2002 Grandes Exitos
2004 Back on the Road
2005 Pal Bailador - 45 AÑos de Historia
2008 50 Aniversario En Vivo
2008 Otra navidad Criolla
De que Callada manera - Canción
Fuego en el 23
72 hacheros pa´un palo
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Willie Rosario
El director de orquesta, percusionista, compositor y disc jockey, Willie Rosario "Mr. Afinque", nació en Coamo, Puerto Rico, el 6 de mayo de 1930, en la calle Ramón Emeterio Betances, Su nombre de Pila es Fernando Luis Rosario Marín. Recuerda que al salir de la escuela, con siete años de edad, solía entretenerse tocando sobre unas latas de galleta en el balcón de su casa, imitando el sonido de las orquestas de Rafael Muñoz y el Sexteto Puerto Rico, comenzo sus pasos en la musica atraido por el sonido de la percussion.
Su madre, asombrada por la pasión artística del niño, no dudó en enviarlo a estudiar guitarra, tan pronto se anunció en su pueblo la inauguración de la primera escuela de música, en el año 1942.
Para entonces, Willie Rosario tenía 12 años de edad y aprendió a solfear y familiarizarse con el valor de las notas musicales gracias al empeño del profesor Juan Suárez, el único maestro de música que había en el pueblo.
"Las clases tenía que tomarlas fuera del salón porque cuando se creó la escuela yo estoy graduándome de noveno grado y estaba pasado de edad. Sin embargo, Juan Suárez me atendía detrás de la cortina donde estudiaba Bobby Valentín, Willie Rodríguez, Luis Manuel Rodríguez y Carlos Luis Martínez ('Coamito')", comenta.
Recién cumplidos sus 15 años de edad, logró su primera experiencia musical junto a un grupo de amigos de su pueblo que habían formado el Conjunto Coamex y en el que necesitaban un bajista.
"Yo sabía un par de tonos en la guitarra y cuando hacen el grupo no hay quien tocara el bajo, y yo lo hice tocando los acordes de la guitarra", asegura.
Esa experiencia, aunque efímera, fue importante en su formación y determinante para lo que años más tarde desarrollaría en la ciudad de Nueva York.
Obrero, militar, artista y periodista.
Willie Rosario abandona el país junto a su familia en el año 1947, como consecuencia de la estrechez económica de la época, situándose en la "Gran Manzana" al igual que otros miles de puertorriqueños para quienes la emigración representó una alternativa para mejorar su condición de vida.
A su arribo a Estados Unidos trabajó de obrero en el Departamento de Correos de la Joyería Cartier –ubicada en el privilegiado sector de la Quinta Avenida de Manhattan–; también laboró en la fábrica de gabinetes de oficina Arts Steel Company y fue comisionista de bodegas. Años más tarde, se enlistó en el ejército, justo en el periodo en que se gestó la agresión contra Corea.
Siendo militar, Willie Rosario fue de visita en una ocasión al salón de baile El Palledium y quedó deslumbrado al ver a Tito Puente tocando los timbales de pie.
"Nunca lo había visto (a Tito Puente) y me entusiasmó su estilo, por lo que decidí que quería aprender a tocar percusión y comencé clases con un judío que se llamaba Henry Adler y con un músico famoso de esos años de nombre Willie Rodríguez, hermano de Augusto Rodríguez, el fundador del coro de la Universidad de Puerto Rico", narra.
Sus arreglos y su instrumentacion ensanchaban la textura, el timbre y color de la musica afro-cubana. Durante esos años escuchaba al Sexteto Puerto Rico, la Orquesta de Rafael Muñoz con su cantante José Luis Moneró, Mingo y sus Whoopee Kids con la cantante Ruth Fernández, y a César Concepción.
Tras concluir sus años de soldado, en 1952, regresó a Puerto Rico a visitar a su familia, estadía que se prolongó por un año al ser convidado a formar parte de la orquesta Fiesta, en calidad de baterista, sustituyendo a Mon Rivera.
"Cuando llegué a Coamo había varios muchachos del pueblo que habían hecho un grupo. Estaba 'Coamito', Waldo Seda y Luis Guillermo Ortiz, y con ellos estuve un año y también hice algunas cosas con tríos y conjuntos de poco reconocimiento y sin nombre", dice el músico, quien retornó a Nueva York en 1953 para cumplir unos compromisos con la orquesta Fiesta y decidió no regresar a Puerto Rico.
Ese mismo año conoció a Johnnie Seguí, quien le ofreció trabajo en su orquesta, que para entonces había establecido una pauta en la sonoridad latina, al armonizar su grupo con el sonido de cuatro trompetas antes de que esa fórmula fuera utilizada por Tito Puente y Tito Rodríguez.
"Ahí tuve mi escuela. Aprendí de la disciplina de una orquesta, a ser responsable, honesto, a manejar un grupo y a vestirme bien. Ésa fue la base para formar mi agrupación", sostiene.
Junto a Johnnie Seguí grabó el álbum "Cha cha chá", recordado por los éxitos "El bodeguero", "Duerme" y "Tati", un tema de Rafael Hernández. También hizo varios discos de 78 y 45 rpm, en los que se destacaron las melodías "Malcriada" y "Nicolasa".
En esos años también colaboró con el conjunto de Joe Quijano y el grupo del pianista venezolano Aldemaro Romero, de lo que afirma "fueron experiencias de un tiempo".
Mientras se desempeñaba como músico, Willie Rosario decidió cursar estudios universitarios e ingresó a la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Gannon, en la ciudad de Erie, en Pennsylvania, donde se especializó en periodismo radial. Como reportero obtuvo su primera oportunidad laboral en la estación radial WALO, de Nueva York, donde se inició en un programa de recetas de cocina en compañía del conocido músico Machito Grillo y su hermana Graciela.
Esa experiencia le permitió, además, conocer a los más distinguidos músicos de la época y establecer con solidez su nombre en las listas de las figuras más destacadas del mundo musical latinoestadounidense.
Arquitecto de un sonido diferente
Fue en el año 1958 cuando el timbalero Willie Rosario se aventuró a crear su propia agrupación, una vez que el músico Johnnie Seguí, con quien trabajó desde 1953, decidió disolver su grupo para regresar a Puerto Rico.
En aquel momento, armó una banda con la mayor parte de los músicos de Seguí y se lanzó a "tocar en la calle", dando a conocer su proyecto en algunos de los más reconocidos salones de baile de la época, como el Casino Broadway y el Monte Carlo.
Su mejor momento, en cambio, lo logró como orquesta de planta en el Club Caborrojeño, ubicado en la calle 145 y Broadway, y en la que alternó con el grupo de Joe Valle por espacio de cuatro años.
"Cuando me dan el contrato en el Caborrojeño me exigieron que había que tener un cantante de mucha fama porque allí estaba Joe Valle que era una de las voces más privilegiadas que había en el ambiente. Yo acepté que fuera así porque lo que quería era tener la oportunidad de estar en el club, que era de los más visitados", asegura el artista, quien durante el periodo que permaneció en el club acompañó a figuras como Vitín Garay, Chivirico Dávila y Yayo El Indio.
Este último, que hasta ese momento figuraba sólo como una atracción especial del local, se integró a la orquesta de Willie Rosario tras la salida de Chivirico por diferencias con el propietario del club.
En 1962, Willie Rosario abandonó su participación en el Caborrojeño, alegando haber sido víctima de un "golpe de Estado".
"Al cabo de unos años de estar en el club, Yayo El Indio se empeñó en tener una orquesta y el dueño, como él era famoso, me sacó y me dejó sin trabajo. Ahí me fui a la calle a meterle el pecho de verdad al negocio y hago una (banda) nueva porque todos los músicos que tenía se quedaron en el club, excepto uno, el único honesto y decente: Bobby Valentín", comenta.
De esa manera, Willie Rosario inició una nueva etapa en su carrera armándose de una batería de músicos encabezada por Rudi Martin (piano), Izzy Feliú (bajo), Luis Rodríguez (conga), Bobby Valentín (trompeta), Eddy Snell (trompeta), Tony Cofresí (trompeta) y Frankie Figueroa (voz), y con quienes produce, en 1962, su PRIMER DISCO, "EL BRAVO SOY YO".
Para entonces, el nombre del timbalero era reconocido en las lides musicales, no tan sólo por su rol de líder de orquesta, sino por su participación con el músico Herbie Mann y como miembro de la familia ALEGRE ALL STAR, con quien participó en los discos "Way Out", "El Manicero" y "Perdido". También figuró en el disco "Salsa máxima", junto a Cesta All Star.
En 1964, produjo el disco "Fabulous and Fantastic", que incluyó, entre otros, los temas "Los generales de la capital", "A Villa Palmeras" y "Nos engañó la vida", interpretados por Frankie Rodríguez, seguido por "Latin Jazz Go-Go-Go" (1965), "Haida Huo" (1966) y "Boogaloo and Guaguancó" (1966), en los que se destacó como vocalista Paquito De Jesús, quien sustituyó a Frankie Rodríguez luego que éste se marchara a Puerto Rico para formar parte de la orquesta de César Concepción, para más tarde integrar las bandas de Nacho Rosales y Memo Salamanca, en México.
Innovó con su propuesta armónica
Una de las grandes aportaciones de Willie Rosario a la salsa fue la elaboración de una propuesta armónica novel, que a poco fue sellando su identidad sonora matizada por la combinación de cuatro trompetas y saxofón barítono, un experimento hasta entonces no explorado.
"Traté ser lo más original posible, con un estilo que nos distinguiera, por lo que pensé en añadir un violín, un clarinete y hasta un trombón, pero un día visite un salón de jazz en Nueva York, el Blue Note, y estaba tocando Jerry Moligan, que era un virtuoso del barítono, e hizo unos pasajes del piano, el bajo y el barítono en un tema de bossa nova que cuando lo oí supe que era lo que quería", comenta el veterano percusionista.
EN EL ANO 1967: Desde entonces, la orquesta se distinguió por el uso del SAXOFON BARITONO en combinación con la armonía de cuatro trompetas provocando un sonido diferente y profundizando la ESENCIA RITMICA DEL GRUPO, concepto que se consignó en la producción del álbum "Too Too Much" (1967), en el que, además, reaparece la participación de Frankie Figueroa en la parte vocal, junto a Pete Bonet y Willie Torres.
EN EL ANO 1968: El trabajo artístico de Willie Rosario prosiguió con la producción "El bravo de siempre" (1968), un trabajo que marcó una huella en la salsa con el éxito "La cuesta de la fama", en voz de Meñique Baltasnegras. Este álbum también incluyó "La esencia del guaguancó", "La realidad" y "Superman", entre otros.
EN EL ANO 1970, Willie Rosario reclutó al cantante Chamaco Rivera, quien es recordado por el éxito "De Barrio Obrero a la Quince", incluido en el álbum "De donde nace el ritmo" (1970), seguido por "Más ritmo" (1972), ambos con arreglos de Louis Ramírez y José Luis Cruz.
En 1970, una administración nueva en el Corso terminó su contrato. El siguiente año su atención con el publico mejoró después de su grabación de "El Barrio Obrero La Quince" la cual se elevo a la posición número uno en Puerto Rico. "El Barrio Obrero es mi hit más grande," dijo Rosario. Se mudó a Puerto Rico y un mundo nuevo abrió para él. Después de seis meses, su banda estaba en marcha firmemente.
Entre sus grandes éxitos figuran "De Barrio Obrero a la Quince", "El timbal de Carlitos", "Mi amigo el payaso", "El revendón", "Lluvia", "Cuando no hay cariño", "Botaron la pelota", La cuesta de la fama" y "Poco a poco", entre otros. Además de cultivar con éxito la llamada 'salsa gruesa', Willie Rosario ha hecho valiosas aportaciones al género del jazz con sus éxitos "Flip flop", "Stop and go" y "My Favorite Thing", con arreglos de su inseparable amigo Bobby Valentín y el pianista Artie Azenzar.
Estas producciones marcan la frontera para la transición del proyecto musical de Willie Rosario, quien a partir de ese momento optó por continuar su propuesta desde Puerto Rico, dejando atrás el mundo neoyorquino en el que se curtió.
Los años dorados de "Mr. Afinque"
Tras varias décadas vinculado al mundo musical latino de Estados Unidos, el timbalero Willie Rosario optó por radicarse en Puerto Rico, convirtiéndose en una de las figuras salseras más productivas y solicitadas de la década del 70 y 80.
Su opción de mudarse a la Isla, asegura, estuvo motivada por una combinación de factores familiares e intereses comerciales.
"Yo no quería que mis hijos se criaran en Nueva York, no me gustaba ese ambiente para ellos y prefería que crecieran aquí. Además, cada vez que me encontraba con la Sonora Ponceña y El Gran Combo me contaban que mi música se escuchaba mucho en Puerto Rico y que había mucho trabajo, entre fiestas patronales y graduaciones", sostiene.
De esa manera, el músico se instaló en su patria acompañado de su orquesta, y al cabo de unas semanas regresó a la "Gran Manzana" para cumplir con varios compromisos, momento en que su cantante, Chamaco Rivera, le indicó su interés de no regresar a la Isla, siendo reemplazado por Junior Toledo.
"Junior era el cantante nacido para la orquesta y es cuando nos levantamos bien y la cosa se puso fuerte", acota.
EN EL ANO 1973: El primer trabajo de esta nueva era de la orquesta fue "Infinito" (1973), al que le siguió "Otra vez" (1975), consagrados por los éxitos "Juventud siglo 20" y "Casualidades", respectivamente.
EN EL ANO 1977: A partir de ese momento, el veterano percusionista destacó en sus producciones discográficas a más de un cantante, incorporando la participación de Bobby Concepción y Guillo Rivera, con quienes produce "Gracias mundo" (1977).
EN EL ANO 1978: Empero, las siguientes producciones de la orquesta, "From the Depth of my Brain" (1978) y "El rey del ritmo" (1979), no contaron con la participación de Concepción.
Diferencias entre Willie Rosario y Junior Toledo, que el líder de orquesta atribuye a problemas de disciplina, desembocaron en la salida del cantante, quien, dice Rosario, alentó la renuncia del grupo de su contraparte Guillo Rivera para desencajar lo que había sido hasta el momento una fórmula ganadora.
Justo en ese momento se incorporó en el grupo al joven cantante Tony Vega, que hasta entonces había participado en la orquesta de Raphy Leavitt y La Selecta.
"Junior (Toledo) y Guillo (Rivera) se van un jueves del grupo y al otro día estábamos tocando en Canóvanas. Llamé a Tony Vega y también me comuniqué con Bobby Concepción y Chamaco Rivera, que en esos días estaba en Puerto Rico, y así nos estuvimos defendiendo un par de semanas, hasta que le hablé a (Gilberto) Santa Rosa", cuenta el líder de la banda.
EN EL ANO 1980: El primer álbum al mando de Tony Vega fue "El de a 20 de Willie" (1980), en el que también grabó Bobby Concepción y que logró éxito con el tema "Mi amigo el payaso".
EN EL ANO 1981: Luego, en 1981, la orquesta despuntó con el binomio Tony Vega y Gilberto Santa Rosa, en una periodo de cinco años colmado de fama y que se consignó en las producciones "The Portrait of a Salsa Man", "Atízame el fogón", "The Salsa Machine" –el último en el que participó Bobby Concepción–, "Nuevos Horizontes", "Afincando" y "Nueva cosecha", en el que se une como vocalista Pupy Cantor.
Esa fue la época gloriosa de "Botaron la pelota", "Lluvia", "Busca el ritmo", "Negrita linda" y "El antifaz", entre más de una decena de consabidos éxitos.
EN EL ANO 1987: A partir de 1987, la salida de Tony Vega y Gilberto Santa Rosa marcó un derrotero nuevo para la banda del también conocido "Mr. Afinque", quien mantuvo su proyecto musical con la participación de Pupy Cantor y Josué Rosado, para más adelante integrar a Primi Cruz (responsable del éxito de "Anuncio clasificado"), Bernie Pérez, Henry Santiago, Rico Walker y Ángel Luis Vergara.
Durante sus 40 años al frente de su orquesta, ha viajado mútiples países como Venezuela, Panamá, Colombia, México, Curazao, Islas Vírgenes y todo Estados Unidos. Ante la falta de taller para los músicos y salones para los bailadores, Willie Rosario estableció junto a Bobby Valentín su propio centro de baile Tropicana Club, donde alternaba con varias orquestas de música latina.
A lo largo de su exitosa trayectoria musical, el Maestro Rosario se ha caracterizado siempre por mantener una posición vanguardista en lo que a la música se refiere. Como director de orquesta se le considera un innovador al introducir el saxo barítono a los formatos de las orquestas de salsa en 1965, sustituyendo así el tradicional trombón de vara. Su visión futurista le mereció una nominación en 1987 a un Premio Grammy por su producción "Nueva cosecha". Su orquesta ha recibido, además, otros premios nacionales e internacionales, entre ellos, varios Discos de Oro y Platino, el Premio Agüeybaná de Oro, ACE, Diplo y Paoli.
La Orquesta de Willie Rosario es una universidad de música. Un buen número de músicos y cantantes de Salsa actual y de Jazz latino se graduaron de la Universidad de Rosario y te dirán que no hay un grupo en cualquier tarima en el mundo que tenga mejor swing que la de Willie Rosario. Willie Rosario tiene su compañía musical de producción "WilRo Productions" en Puerto Rico. Desde su principio, la orquesta de Willie siempre se ha considerado como entres las mejores en la escena latina. Hasta la fecha, Rosario ha grabado 37 álbumes, un buen número bastante bueno para ser nominado para los Grammys. La última producción siendo "Back to the Future""
En marzo de 2000 Willie Rosario fue homenajeado por el senado de Puerto Rico por sus 40 años en la música.
El músico Willie Rosario es una de esas figuras del pentagrama de la salsa que han cargado sobre sus hombros la lucha por la permanencia del género, lidiando contra las adversidades que, en muchas ocasiones, impone el mercado artístico.
A sus 73 años de edad, el veterano percusionista aún mantiene viva la más arraigada tradición del quehacer salsero, ostentando una agrupación que por más de cuatro décadas ha cultivado un historial musical colmado de éxitos.
Biografia tomada de
Willie Rosario.
Sus memorias y Vida Artistica.
Fuente: salsaclasica.com
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