Al son del “Danzón No.2″, Las donaciones recibidas se destinarán a Save the Children y Fondo Semillas.
Alondra de la Parra, directora de orquesta, reunió a treinta músicos de talla mundial para, a través del arte, generar contenidos que siembren consciencia alrededor de la violencia contra niños y mujeres. La Orquesta Imposible, compuesta por músicos de Rusia, Cuba, España y México, grabó un video cuyo ritmo base es el Danzón No. 2. Las donaciones recibidas se destinarán a Save the Children y Fondo Semillas.
La Orquesta Imposible es reflejo de que en épocas de complicaciones y cambios, como la actual, también hay oportunidades que demuestran la empatía inherente al arte. En ella, participan treinta de los mejores músicos de todo el mundo, incluido el tenor mexicano Rolando Villazón, aportando el característico ritmo base del Danzón No. 2 de Arturo Márquez, y Elisa Carrillo, bailarina internacional. También hacen parte de ella Maxim Vengérov, violinista ruso; Paquito D’Rivera, clarinetista y saxofonista cubano; y Cristina Gómez Godoy, oboísta española. La orquesta grabó un video con el fin de recoger fondos para luchar contra la violencia de la que son víctimas niños y mujeres.
Con las visualizaciones del video, las aportaciones de los donantes y de los patrocinadores se destinarán a Save the Children y Fondo Semillas, con el fin de ayudar en la lucha contra la erradicación de la violencia contra mujeres y niños.
”Este proyecto es el reflejo de lo que se puede hacer, de lo bueno que nos puede traer esta situación desafortunada que nos da oportunidades de hacer cosas que no podríamos en otro momento (...). Por la misma pandemia todos los músicos estamos sin trabajo y en situación vulnerable, pero lo más bonito es que esta vulnerabilidad nos ha hecho pensar en los demás”, dijo De la Parra.
Por su parte, Carrillo recordó lo importante de la unión entre humanos, no solo dentro del mundo del arte, para salir de situaciones como la actual. ”Creo que justo en estos momentos, cuando estás pasando por etapas difíciles, que la unión es muy importante en todos los sentidos. Para nosotros como artistas fue el arma que utilizamos: el arte que tanto amamos”, explicó la bailarina mexicana.
De la Parra se dio cuenta durante la cuarentena que era un momento para ayudar a su país. Lo que la sorprendió fue que cuando empezó a llamar a sus “grandes ídolos” dentro de la música de concierto recibió un sí de todos ellos. Esto ya fue un éxito para ella, aunque, dijo, el verdadero éxito será si se puede ayudar a una gran cantidad de personas a través de las recaudaciones.
Hasta el momento se han recaudado, gracias a los patrocinadores, siete millones de pesos mexicanos (unos 320.000 dólares), pero lo complejo llega ahora. El trabajo ha sido cansado para todos los participantes, pero en especial para De la Parra, quien, aunque asegura que desea que este sea “el primero de muchos” de los proyectos de la Orquesta Imposible, no sabe si estaría dispuesta a volver a hacer otro montaje a distancia.
Por último, recordó que todos los que trabajan en la música clásica o de concierto están interesados en aportar al mundo con el arte y utilizarlo como arma en contra de la desigualdad y a favor de los derechos humanos. ”Esto refleja el esfuerzo de la cultura por hacer un cambio en la sociedad. Queremos que se aprecie nuestro arte como agente de cambio porque tenemos llave al alma de las personas”, afirmó.
Agencia EFE
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