‘Héctor está condenado a vivir para siempre’: José Mangual Jr.
La imagen de Lavoe adorna una de las paredes de La Troja. Mangual Jr. pidió fotografiarse al lado de ella.
“A Héctor Lavoe y a mí nos unió la música para siempre”, aseguró José
Mangual Jr. sin vacilar, en la esquina de la carrera 44 con calle 72, a
pocos metros del Romelio Martínez, uno de los emblemáticos estadios de
fútbol de Colombia que también ha servido de epicentro de memorables
conciertos de salsa.
Esa fue su repuesta, franca y corta, cuando se le preguntó sobre su vínculo con ‘El Cantante de los cantantes’.
Mangual Jr., popular bongosero, campanero y vocalista nacido el 11 de
enero de 1948 en Nueva York, compañero durante varios años de Héctor
Lavoe, bien fuera en muchas de sus grabaciones o en vivo con la banda de
Willie Colón o como solista, llegó a Barranquilla el 27 de junio para
animar la celebración de los 47 años de La Troja, el establecimiento
salsero de mayor tradición en la capital del Atlántico, en el que
también participarían el solista José Bello y Carlos Santos, veterano
cantante de las orquestas de Joey Pastrana y Roberto Roena, entre otras
agrupaciones.
“Héctor era un año y cuatro meses mayor que yo. Nos conocimos muy
jóvenes en Nueva York. Él llegó a la banda de Willie Colón en 1967, por
recomendación directa de Johnny Pacheco, y yo ingresé dos años después
gracias al impulso de Ken Gómez, el pianista de Willie en ese entonces.
En los tres primeros trabajos discográficos de la banda, el bongó lo
tocaron Pablo Rosario y Tommy ‘Choqui’ López. Yo empecé a grabar a
partir de 1971. El primer disco de larga duración en el que actué fue
Cosa nuestra, del que se desprendieron los éxitos Che che colé, No me
llores más, Te conozco, Juana Peña y el bolero Ausencia. En la grabación
los coros los hicieron Pacheco y Justo Bentacur, pero en vivo, Willie
Colón y yo acompañamos a Héctor en la segunda voz. Eso se puede ver en
muchos videos que circulan en Youtube”.
'Una gran persona antes que nada’
A la pregunta, ¿Qué fue Héctor Lavoe para salsa? José Mangual Jr.
responde: “Es el intérprete ideal del compositor. Así lo reconoció Tite
Curet Alonso y así lo pregona Rubén Blades, autores de Periódico de ayer
y El cantante, dos éxitos eternos de la discografía de la salsa
cantados por Héctor Lavoe”.
Pero Mangual Jr. va más allá del terrenal cantante.
“Antes que gran cantante, Héctor fue un ser maravilloso, una persona
de un espíritu bello que hacía sentir a sus semejantes como el mejor de
sus amigos”.
Y esa forma de ser, agrega Mangual Jr., era valorada por el público,
que no solo veía en él a un ídolo, sino también a un hermano al que
todos tenían que querer.
“Héctor siempre estaba feliz aunque su realidad fuera otra. Sumido en
una crisis de droga, vilipendiado por ‘Puchi’, reconvenido por Johnny
Pacheco o por el propio Willie Colón, o atosigado por otra
circunstancia, siempre se le veía sonriente. Jamás se quejaba de nada”.
'Héctor no ha muerto'.
Junior, el mayor de los seis hijos de José Mangual y Carlina Vargas,
inmigrantes puertorriqueños, no duda en aseverar que pese a que Héctor
tiene 20 años de haber sido sepultado, continúa más vivo que nunca.
“Es un error decir que Héctor está muerto, porque eso no es así. Una
persona que todos los días es recordada por sus canciones, que todos los
días es motivo de conversación no se le puede calificar de muerta. Él
está más vivo que nunca, aunque no esté en cuerpo presente”, dice el
afamado percusionista, reconocido también por ser el intérprete de una
de las canciones insignes de la región Caribe colombiana: Barranquillero
arrebatao.
Durante su corta estadía en Barranquilla, José Mangual Jr. pudo
comprobar el inmenso e intenso cariño que esta ciudad siente por Lavoe.
Por Fausto Pérez Villarreal
Tomado del Heraldo