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martes, 2 de agosto de 2011

los famosos discos de 45 rpm

Los Discos de 45 RPM

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los discos de 45 RPM (45 revoluciones por minuto) es un acrónimo de las grabaciones en discos de vinil. Se utiliza como denominación para un formato de grabación musical. En un principio los sencillos de 7" se grababan en esta velocidad, pero más tarde a estos se les adoptó también la de 33 RPM. Los maxi sencillos son un como un sencillo, también emplean 45 RPM, pero en formato de doce pulgadas. Generalmente un sencillo trae 1 canción por cara, y maxi sencillo 2 canciones por cara como máximo.



En febrero de 1949, RCA Victor publico los primeros sencillos con una velocidad distinta a 45 RPM y en discos de 7" de diámetro además con un agujero en el centro más grande, para obligar al usuario a tener que comprar tocadiscos con este nuevo sistema. Las primeras grabaciones de 45 RPM fueron hechas en discos de vinilo, no como las de 78 RPM que al principio se grababan en discos de acetato, de goma laca.

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Los sencillos de 45 RPM tuvieron su gran auge con el surgimiento del rock and roll, los sencillos a 45 RPM superaron en ventas a los de 78 RPM a principios de 1958. Este formato fue el principal cuando apareció la invasión británica con The Beatles, lo que marco su "época de oro", debido a la venta masiva de estos sencillos. En las década posteriores la venta de todo tipo de discos aumentó considerablemente, pero fue a finales de la década de 1960 cuando las ventas de sencillos decayeron, en esta época en el Reino Unido las ventas de LP superaban a los sencillos. En los primeros años de The Beatles necesitaban vender 750.000 copias para llegar al n.º 1 en ventas, mientras que una década más tarde esta cifra solo era de 150.000 copias.

A lo mas aquellos que fuimos infantes en la decada de los ochentas quizas los recordemos mas como el formato usado por disco poster que tambien habia ya comentado aqui en su momento.

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Casi todos los artistas, siempre manejaban los discos de este formato como promoción de sus lps, por lo menos en la salsa, así fue, podemos encontrar hoy el mercadeo de disqueras como Fania, Caiman, Alegre, fuentes y otras con los pequeños 45 repletos de sabrosura pero muy cortos de duración.




DE VINILO A CD

COMO PASAR TUS VINILOS A CD

Introducción:



Seguro que muchos de vosotros teneis las estanterías llenas de vinilos y cassetes de vuestros grupos favoritos y os gustaría escucharlos con calidad digital. En este pequeño curso os ofrecemos una guía básica de todo el proceso, desde la introducción del audio en el ordenador hasta su edición una vez hemos digitalizado la señal en nuestro disco duro. No es un proceso tan sencillo como parece y requiere cierta práctica. No perdais detalle.



Cómo grabar:

Lo primero que hay que tener claro es que los discos de vinilo contienen información analógica y el disco duro es susceptible de almacenar solamente información digital.
Cuando se digitaliza una señal, lo que se hace es dividir la muestra en pequeñas fracciones, en impulsos que un sistema digital puede identificar como ceros y unos, para luego trabajar con ellas. (como dirían los "profes", convertimos una señal contínua en discreta). La conversión se realiza mediante los denominados ADC's (conversores analógico - digitales) el proceso inverso lo realizarían los DAC's (conversores digital - analógicos).
Cualquier tarjeta de sonido dispone de ellos y, evidentemente, tanto mejor será la calidad de conversión cuanto más profesional sea la tarjeta.
Dicho esto, procedamos con los pasos a seguir en una grabación:



Hacer entrar la señal procedente del amplificador del tocadiscos o de la pletina a la tarjeta. Para ello utilizaremos las salidas stereo de linea del amplificador y las entradas de línea analógicas L y R (en algunas tarjetas es el mismo conector/jack el que es stereo).


Activar (si no lo está) la entrada de línea en el Control de Reproducción del PC (Control de Volúmen: el típico altavoz -al lado del reloj- en la barra de tareas ó similar). Al sonar la Música debe mostrarse actividad en los leds de entrada del controlador.


Si todo va bien hasta aquí el siguiente paso es grabar lo que se escucha. Para ello necesitamos de un programa de edición de audio (Sound Forge, WaveLab o similar). Si no disponemos de un programa específico no hay que preocuparse, Windows tiene una Grabadora de Audio, se llama Grabadora de Sonidos. Habitualmente la localizamos en Inicio > Accesorios > Entretenimiento. Si no estuviera ahí trata de encontrarla en Inicio > Buscar > Archivos... SNDREC32.EXE. Si no estuviera instalada en el PC accede al Panel de Control > Agregar o quitar Programas y pestaña Instalación de Windows > Multimedia.
No obstante, lo ideal sería disponer del software de edición, puesto que lo necesitaremos para tratar la onda posteriormente.


Ahora ya podemos poner a grabar el programa de audio.
Antes de nada una aclaración importante. En cualquier editor, cuando activamos el boton REC , lo primero que aparece es una pantalla con unos vúmetros para medir la entrada de señal. NUNCA DEBE SOBREPASAR LOS 0 DBS. Para asegurarnos procuraremos que el máximo pico no pase de los -3db. Cualquier pico por encima de los 0db al digitalizar una señal es saturación. Esto se debe a q estamos tomando muestras de la señal, no la copiamos tal cual. Como dijimos al principio de artículo, conviertimos una señal contínua (analógica) en otra discreta (digital) y, por lo tanto, estamos perdiendo información. Sí se podría hacer si se grabase, por ejemplo, a 96 khz y 24 bits (lo que se conoce como grabación true bit). Con una frecuencia de muestreo y una densidad de muestra tan alta se tiene el suficiente margen dinámico como para forzar un poco. Pequeños picos de +1dB no tendrían importancia en este caso.
Por otro lado, tampoco es aconsejable grabar con un volumen de entrada excesivamente bajo, puesto que se podrían generar un nivel de excesivo de ruido cuando quisieramos elevar el nivel de la onda en la edición posterior. Por tanto, es FUNDAMENTAL hacer VARIAS PRUEBAS (sobre todo en pasajes fuertes) para que la calidad del sonido sea óptima. Vale la pena emplear tiempo en este paso pues una vez se tengan los ajustes idóneos ya los tendrás para las demás tomas.


Se generará un fichero de audio (varios si muestreais un LP completo). Lo mejor es hacerlo en formato wav. Tened en cuenta que un LP puede fácilmente consumir de 600 a 800 mb (cada minuto en grabación estéreo en este formato cósume 10 mb aproximadamente). Por tanto, es aconsejable reservar un espacio suficiente para almacenar los ficheros temporalmente en el disco duro.


- Factores a tener en cuenta para conseguir una buena calidad de grabación.



Utilizar una buena pletina o reproductor de discos para la grabación.
Limpiar los discos de vinilo para que no proporcionen ruidos indeseables.
Comprobar el estado del cableado. Puede ser fuente de ruido.
Si grabamos desde una mesa de mezclas no precualizar la señal entrante. Es preferible hacerlo después.


Cómo editar:



Vamos a ver la forma de limpiar la onda: eliminar impurezas que hayan podido introducirse en al grabación o que ya procedan de la fuente.
Con el Sound Forge (o cualquier otro editor) y unos cuantos plugins (programas parásitos que se hospedan en el editor y aumentan sus funciones) podemos hacerlo sin problemas. Existen programas específicos, pero siempre se quedan cortos en algún aspecto.



*NOTA: El proceso que se describe a continuación supone que se trabaja con el Sound Forge. No obstante, todas y cada una de las funciones que se describen, se pueden encontrar en casi cualquier editor de sonido.



- Herramientas necesarias:

Editor de audio que admita la inserción de plugins.
Steinberg Denoiser. Eliminación de ruido de fondo.
Sonic Foundry Declicker. Eliminación de clicks.
- Pasos a seguir:



Normalizamos la onda. Encontraremos esta función en el menú Process > Normalize Lo haremos a -1 dB. De esta forma nos aseguramos de que no queden remanentes de ruido q los filtros no detectarían y podrían aflorar al final del proceso y, asímismo, evitamos que puedan aparecer picos indeseados cuando estemos masterizando el tema. Cuando normalizamos, lo que hacemos es situar el máximo nivel de la onda en un techo que nosotros especificamos (-1, -2, 0 dB). Profundizaremos más en este tema en cursos venideros.


Una vez normalizada la onda, aplicaremos un filtro para el ruido de fondo, un plugin de Steinberg llamado Denoiser. Lo único que tenemos que hacer es seleccionar el preset A y el solito hace todo el trabajo: el shhhhhhhhhhhhh desaparece como por arte de magia. No todo es de color de rosa. Hay que tomar una precaución muy importante: grabar al menos 2 segundos en blanco, Bueno, no en blanco, con el ruido de fondo. Si no pudiéramos hacerlos habría que copiar ruido hacia atrás desde el inicio de la canción (un pequeño espacio en blanco siempre lo hay) hasta completar los 2 segundos. ¿Por qué? Porque el plugin tarda exactamente eso en calcular las frecuencias q tiene q atenuar. (Si disponeis de una tarjeta con driver ASIO -sin latencia- no existirá ese retardo en el procesado de la señal y, por tanto, no se precisa insertar los 2 segundos en blanco).


Puede pasar y, de hecho, así será, que en los silencios que tenga el tema, todavía quede un pequeño remanente de ruido. Si tenemos suerte, será sólo al principio y el final de la canción. En ese caso, seleccionaremos desde el inicio hasta lo un punto lo más cerca posible de donde comienza la onda sin llegar a tocarla. Usaremos el zoom para conseguir una ajuste lo más preciso posible. A esa selección se le aplica la función Mute que aparece en el menú Process del Forge. Luego, desde ese punto, seleccionamos hasta coger un poco, muy poco de la onda ( usamos el zoom) y aplicamos un Fade in, tambien en el menú Process. Para el final de la canción, realizaremos el proceso inverso.
Si no tenes tante suerte y nos encontramos con la típica canción con tropecientas paradas Podemos hacer dos cosas. Darle el gustillo a tu alma masoca y aplicar el proceso descrito en cada uno de los silencios siguiendo la secuencia: fade out-mute-fade in, o bien, usar una puerta de ruido (Noise Gate). En el Forge tenemos una en Effects. Es más que suficiente.
Situamos el Tiempo de ataque en 10 milisegundos y el Release lo dejamos tal cual. Luego, no queda más remedio que afinar el oído y mover el techo (threshold) hasta que desaparezca el ruido evitando , asímismo, que la onda principal suene entrecortada. Normalmente se suele ajustar entre los -25 y -40dB, pero es muy relativo. Depende mucho de cada toma.



*NOTA: ¿Que no sabeis lo que es una puerta? Pues es un dispositivo mediante el cual si la señal no llega a un determinado nivel o umbral, es ignorada. En el momento q el umbral es superado, la puerta se abre. El ataque mide el tiempo que pasa desde que se rebasa el umbral fijado hasta que se abre, y el release, el tiempo que tarda en cerrarse desde que se vuelve a estar por debajo del umbral y se cierra la puerta.




Para deshacernos de los clicks tenemos otro plugin de Sonic Foundry, la casa que produce el Forge, llamodo Vinyl Restoration Aunque no quita tan bien el ruido de fondo como el Denoiser es muy adecuado para quitar clicks. Es bastante más efectivo que el Steinberg Declicker.
El tema de los clicks es muy delicado. Si no se pueden quitar con ninguno de estos plugins citados tendremos que armarnos de paciencia y tener la precisión y meticulosidad de un neurocirujano mientras vamos diseccionando la onda. Habrá que localizar el click y aislarlo usando el zoom. Luego, a la hora de elminarlo o atenuarlo, se deberá procurar que la selección tenga su inicio y final siempre en puntos de Snap To Zero, osea, puntos en los que la onda corta el eje, y por tanto, no tienen valor. En caso contrario, podríamos estar generando clicks en lugar de eliminarlos. Es realmente bastante tedioso y quitar un click sin afectar al resto de la onda ,lleva su tiempo y muchos intentos.


Cómo masterizar:



Ahora vamos a dar un paso más y ver cómo tratar esa muestra para conseguir la mayor calidad, presión y nitidez posible. Ya hemos dejado el tema más limpio que una patena pero, con tanto filtrado y procesado nos suena apagado... está opaco sin viveza ni contrastes debido a que nos hemos cargado muchos armóncos en el proceso.. Hasta ahora el todo lo que os hemos contado es más bien mecánico. Cualquiera puede hacerlo siguiendo las instrucciones. Ahora viene la parte creativa del proceso. Requiere práctica, atención y, como no, buen oído.

- Herramientas necesarias (plugins de masterización):



Tc Native EQ, Timeworks Mastering EQ. Ecualizador paramétrico o gráfico. (en su defecto el del propio Sound Forge)

Waves C4 Multiband Compressor, Steinberg ME Compressor. Compresor multibanda. Su uso es opcional, como veremos (también disponible en el Forge)

Waves Ultramaximizer, Timeworks Mastering Compressor. Maximizador. Necesario para alcanzar volumen cd.


- Pasos a seguir:


Empecemos con la ecualización. Sería mejor trabajar con un ecualizador paramétrico, pero si no sabeis usarlo vale con un gráfico, eso sí, cuyas bandas sean de tercios de octava, para poder ser lo suficientemente selectivo con las frecuencias. Deberemos escuchar atentamente y atenuar o reforzar aquellas que lo necesiten. Seguramente habrá que reforzar un poco el agudo, a partir de los 8 khz, pero sin pasarse. Fiaros de vuestros oídos, tiene que sonar agradable. Existen ciertas convenciones a la hora de ecualizar, pero, siempre nos acabaremos guiando en base a lo que escuchamos. No obstante, os dejamos aquí una chuletilla orientativa, q sólo debe tomarse como lo que es: una guía pero no como una norma rígida:


50 Hz. Ecualizar esta frecuencia es arreisgado. Sólo lo haremos si disponemos de subwoofer.
80 Hz. Pegada del grave.
100 Hz. Zona cálida de graves.
125 - 250 Hz. Muchos atenuan totalmente estas frecuencias. Embarullan..
300 - 600 Hz. En estas frecuencias están las fundamentales de muchos sonidos. Excitar en los instrumentos solitas.
600 - 900 Hz. Si se atenua disminuye la nasalidad.
1 kHz a 2 kHz. Horrible. Sumamente desagradable al oído.
2 kHz a 4 kHz. Dan presencia a los sonidos graves
5 kHz. Presencia para sonidos con mucho medio.
6 kHz a 8 kHz. Quitar para dar finura al charles
8 kHz a 10 kHz. Brillantez.
10 kHz y mas. Definición en el agudo.


Puede darse el caso de que, ni siquiera con la ecualización sea suficiente. El agudo no adquiere brillo y el tema no tiene ni pegada ni definición en el grave. Es entonces cuando acudimos a compresores multibanda. Lo que hacen estos plugins es aplicar una compresión diferente a cada banda, de forma que consigue aislar las bandas definidas totalmente. En cursos posteriores os daremos detallada información sobre su manejo.


Bueno, ya está casi todo. Ahora volvemos a normalizar a 0 dbs de pico y aplicamos un maximizador como pueda ser el Waves Ultramaximizer colocando el Techo en -4 o -5 dbs, no más, para evitar saturaciones y colocando, además, el Threeshold en 0 dB para eliminar una posible compresión con la que aparezcerían armónicos indeseables. De esta forma conseguiremos levantar el nivel del tema hasta el que pueda tener cualquier cd que se encuentre en el mercado.
Hay un programa para masterizar que consigue que la mezcla quede con un saborcillo analógico, con esa calidez y empaste q sólo se consigue por hardware. Realmente lo hace muy bien. Se llama T-RACKS. Emula un equipo de válvulas compuesto por un limitador, un compresor y un paramétrico y se consiguen resultados realmente buenos. También os contaremos cosas sobre él en futuros artículos

Nada más, ya está listo para quemar a cd.

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Saludo Yuri Buenaventura

Saludo José Aguirre

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