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miércoles, 4 de marzo de 2015

Escarbando en la memoria del bolerista Roberto Ledesma



Escarbando en la memoria del bolerista Roberto Ledesma

Fue el primero en grabarle al compositor y cantante mexicano Armando Manzanero.






El cantante cubano, de 90 años, con su memoria prodigiosa, reveló apartes de su vida musical y personal.

A los 90 años, cumplidos el 24 de junio pasado, el maestro del bolero Roberto Ledesma dice que quiere volver a cantar en Colombia.

Su voz, un tanto mellada por los años, sigue sonando y en ocasiones entona esos falsetes que lo hicieron único en esa época en la que el bolero, cargado de mensajes de amor era el acompañante perfecto de los enamorados, que se dedicaban sus letras.

Adoro, Esta tarde vi llover, Con mi corazón te espero, Camino del puente y La pared son algunos de los éxitos que lo dieron a conocer a comienzos de años 60 y que hoy, en algún rincón del dial, siempre suenan.

Oriundo de La Habana, fue el primero en grabarle al compositor y cantante mexicano Armando Manzanero, con quien mantiene una gran amistad.

A Ledesma lo encontramos, vital y vigente, el año pasado en la entrega de los premios José Fajardo, celebrados en Miami (EE. UU.).

Durante la charla comprobamos que su memoria sigue intacta y recuerda datos exactos de su vida como músico y en lo personal, tanto fue así que durante el evento se subió al escenario y con el güiro en la mano cantó su tema cumbre Con mi corazón te espero junto a José Fajardo Jr., y recordó que fue con la orquesta del papá de este artista con quién la grabó por primera vez:

"Tú tan alta yo tan bajo 
que alcanzarte así no puedo,
 tú tan rica yo tan pobre,
 rico solo en sentimientos..."




¿Quién lo guió por la música?

Mi papá, aunque era militar le gustaba mucho la parranda. Yo tocaba la clave y bailaba, esto hacía que él siempre me tuviera presente en sus eventos. Empecé cantando en los coros de la iglesia y el colegio. En el barrio junto a Óscar González y José Antonio Méndez formamos un trío. Alegrábamos las reuniones y la gente ya nos trataba como profesionales. Grabamos en la emisora La Loma del Mazo en Cuba y nos pagaron 10 centavos.

¿Qué cantaban?

Yo era la voz principal y se interpretaban corridos mexicanos como Rancho grande, Cielito lindo, La malagueña, y boleros como Dónde estás corazón y Quiéreme mucho.

¿Qué recuerda de esos años de juventud en Cuba?

Quedé huérfano de padre a los 17 años y tuve que responder por mis hermanos. Aunque era el segundo, siempre lleve la custodia ya que era muy decidido. Recuerdo que el ciclón de 1944 tumbó la casa, quedamos sin dinero, sin ropa, en la calle. Gracias a los vecinos que eran como nuestros parientes nos levantamos hasta que yo me hice electricista, mecánico y plomero, sin embargo nunca fui profesional, tenía que trabajar y salir adelante como lo hice con la música.

¿Sus hermanos viven?

Fuimos ocho, de los cuales quedan tres mujeres y dos hombres vivos, entre ellos el mayor que tiene 98 años.

Antes de la llegada de Fidel Castro al poder en Cuba, usted había salido para México para integrar el Trío Martino. ¿Cómo fue eso?

A comienzos de los años 50, el compositor cubano José Antonio Méndez me buscó, por petición de los hermanos Ernesto y Eugenio Orta, para que cantara en el Trío Martino. Me gustó la idea y me fui para México. Dos años después nos fuimos de gira por Centroamérica y Suramérica durante 6 años. El primer país que visitamos fue Guatemala. Llegamos a la frontera y para arribar al pueblo donde teníamos la presentación nos subimos en una ‘cigüeña’ que era un carro que viajaba por los rieles del tren. Al llegar al pueblo nos dimos cuenta de que no había ni agua para bañarnos. Estábamos llenos de polvo. Fuimos a un río donde el agua estaba bajo cero, fue una pesadilla. La gira en este país duró 15 días.


Roberto Ledesma junto a José Fajardo Jr., interpretando el bolero 'Con mi corazón te espero', en Miami. Foto: Archivo particular


¿Cuándo fue la primera vez que llegó a Colombia?

En esa gira incluimos a Colombia. A la primera ciudad a la que llegamos fue a Medellín luego siguió Bogotá, allá sentimos un frío de bárbaros. En el hotel pedimos calefacción y nos dijeron que no había, en reemplazo nos dieron unas colchas. Cuando me cobijé me dio un sarpullido del calor que levantaban. Allá tocamos en varios lugares, era el año 1952.

¿El Trío Martino solo era romántico?

Éramos un trío romántico y bailable. En los shows solo teníamos un micrófono para todos, pero hacíamos un ‘escándalo’ terrible y gracias a ese ‘escándalo’ el público nos admiraba y decía: ‘¡Qué alegres! y ¡qué bien que suenan!’ Fuimos los primeros en bailar en el escenario. Hoy en día todos lo hacen. Grabamos La gloria eres tú, Nosotros, La fiesta de los ratones.

En los años 60 era común ver a algunos artistas cantando en películas. ¿A ustedes los invitaron?

Sí, claro. En México logramos gran popularidad y trabajamos en varias películas con Amalia Aguilar, Carlos Valadez, Meche Barba, Fernando Fernández y otros más. Entre las que participamos están: La arrabalera y El tigre del bajío.

¿De esa gira por América Latina qué otro país recuerda?

Cuando llegamos a Argentina, no nos querían dejar presentar en una emisora. Los argentinos eran muy serios y nosotros bailábamos y cantábamos con alegría y allá todo era suave, se hablaba muy pasito y... ¡Imagínate!, llegamos nosotros con nuestra música y sonoridad. El administrador de una emisora al escucharnos le dijo al disc jockey que no nos podíamos presentar ahí, porque nuestra música rompía con el esquema de esa radiodifusora. Entonces este le respondió: ‘Pero qué hago sí ese es el número que ellos tienen’. El público al escucharnos se entusiasmó y así llegamos al pueblo argentino. Luego supe que despidieron al administrador porque el dueño le dijo que este trío cubano era de lo mejor y cantaban lo que sentían y si eran alegres, tocaba dejarlos.

¿Cuándo y en qué circunstancias llegó a Estados Unidos?

Estando en Cuba nos salió un contrato con la cadena de restaurantes Ninos Continental, que tenía sedes en Nueva York, Washington y Filadelfia. Allá estuvimos tres años. Tocábamos chachachá; una de las canciones que más nos pedían era El bodeguero. Nuestra competencia era el trío Los Panchos, el trío Los Diamantes y otros tríos mexicanos, la diferencia es que ellos solo hacían bolero y nosotros tocábamos rumba. Luego nos fuimos a hacer shows para los latinos en la ciudad de New York.

Sus éxitos los hizo como solista, ¿pero en qué momento dejó el Trío Martino?

Después de ocho años de estar con el Trío Martino, me lancé como solista. Esa decisión se la consulté a mi amigo Pepe Fernández, que en paz descanse. Él era el dueño del restaurante La Barraca, donde yo trabajaba. Le dije, yo me quiero hacer un nombre internacionalmente y que la gente me reconozca como Roberto Ledesma. Me respondió: ‘Yo no quiero que te vayas del trío, pero sí tú piensas que vas a triunfar solo y pasando trabajo, hazlo’. Ahí empezó mi vida como solista. Me quedé en Nueva York y toqué con la agrupación de José Fajardo y estuve en algunas presentaciones con las orquestas más grandes que había en ese momento, la de Tito Puente y Machito; no fue nada fácil abrirme camino.


Afiche promocional de Roberto Ledesma para sus seguidores. Foto: Archivo particular


En ese Nueva York de los años 50 y 60, cuando la salsa empezaba a buscarse un lugar en esta ciudad y cuando los latinos también estaban en búsqueda de su identidad, existía El Palladium. ¿Cómo lo recuerda?

Cuando llegamos a Nueva York, en 1957, caminamos por Broadway y en un local escuchamos y sentimos música rítmica. Era una guaracha bien tocada. Si la memoria no me falla era un miércoles y nos acercamos. La sorpresa fue mayor cuando en el escenario estaban Tito Puente, Machito y Tito Rodríguez. Para entrar pagamos dos dólares. Vimos americanos y judíos bailando. Al Palladium le cabían más de 500 personas.

¿Cantó allá?

Sí, el cubano Julio Gutiérrez hizo los arreglos del tema La gloria eres tú, para mí. Esa primera vez cuando me subí al escenario, vi que la gente me miraba embelesada. Luego se sentaron para observarme. Al principio los nervios me querían dominar, pero al ver la aceptación se me quitaron y me pidieron que repitiera el número.

Si tocaba chachachá y guarachas, entonces, ¿por qué no se lo relaciona con la música latina?

Es cierto, la gente me conoce como bolerista, pero yo canté todos los ritmos cubanos cuando no se conocía el término salsa. Si en Cuba tú no cantabas boleros y guarachas no te contrataban y yo siempre he tenido esa facultad.

‘Con mi corazón te espero’, del compositor cubano Humberto Suárez, ha sido su éxito cumbre, cuéntenos un poco cómo fue la grabación y cómo triunfó.

La primera vez que la canté y la grabé fue con José Fajardo, en 1961, en Nueva York. Eso fue para la casa disquera Columbia. Después la grabé 5 veces más en diferentes sellos musicales, pero fue con el sello Gema, de mi amigo Guillermo Álvarez Guedes, que en paz descanse, cuando se dio a conocer por el mundo. Esa fue mi primera grabación como solista. Mi amigo Luis García, que en paz descanse, luego de escucharla me dijo que él ya la había grabado en ‘el tiempo de la nana’, ¡Imagínate cuánto tiempo pasó! Pero mi versión es la que más ha gustado.

¿Cuál cree que pudo haber sido la razón de ese éxito tan grande?

Yo era una voz fresca y nueva, el mercado del bolero estaba saturado de las mismas voces y creo que llegué con una interpretación nueva. A todo esto debemos sumarle los arreglos que hizo Pepe Delgado, y, como siempre (yo estuve) cobijado por Dios.

¿A cuántas mujeres enamoró con sus boleros?

El problema de las mujeres es la curiosidad por saber. Y no es que tú las enamores. Yo las respeto mucho, nunca me gustó abusar de ellas, pues yo nací de una. Tuve muchas novias y como todos me enamoré y me desenamoré. Solo me he casado una vez y es la madre de mi única hija, Mónica Ledesma. Ella es patóloga del habla y vive en Miami. Tengo tres hermosas nietas, que aunque no cantan son mi vida.

¿Para Ledesma quien es el bolerista más grande?

Lucho Gatica, de Antofagasta (Chile). Ahora vive en México. Sé que está retirado de los escenarios. Somos muy buenos amigos.

En sus más de 70 años de carrera musical ha visitado muchas veces Colombia. Cuéntenos detalles de aquellas presentaciones.

Si algún pueblo me ha apoyado en mi carrera musical es Colombia. Cuando vuelva, que espero sea pronto, voy a llevar una cédula que allá me expidió el DAS y dos carnés del sindicato de músicos que conservo. En Barranquilla canté con el trío Los Isleños (Óscar Fajardo, Santander Díaz y Gastón Guerrero), en 1955. Espero volver a grabar y voy a incluir un tema que, aunque no es nuevo, es dedicado a tu patria, se llama: Qué viva Colombia.

¿Recuerda el último concierto que dio En Colombia?

Fue en Barranquilla hace seis años. Me quedé sin voz en el escenario y ese gran cantante Juan Carlos Coronel me ayudó a cantar, yo solo puse el repertorio y el público interpretó los temas.

Luego de ese traspié en Barranquilla, ¿ha vuelto a los escenarios?

Claro que sí, hace poco canté en Nueva York. Lo que pasa es que ahora canto un día y descanso diez. Yo muero cantando, pero no quiero la agitación ni que me presionen. Es más, me siento muy bien, a veces mi esposa, por la edad que tengo, me dice que no lo siga haciendo. Yo le respondo que por qué no, si eso lo llevo en el corazón, nadie me lo va a quitar. Si hoy me pongo ronco, mañana se me quita y el canto sigue ahí.

Usted fue el primero en grabarle a Armando Manzanero. ¿Recuerda cuál fue esa primera canción?

Sí, se llama Qué vas a hacer.

¿Cuál es el LP de todos los que usted grabó?

Se titula Guitarras bohemias y lo grabé con Pablito y Luisito Cano, ahí soy yo solo. No hay orquesta, solo me acompaña una guitarra. Dos de las canciones son: Las perlas de tu boca y Guitarra bohemia”.

¿Ledesma le teme a la muerte?

Sí le temo a la muerte, la vida es muy linda. Si algún día muero, aunque sé que Dios me tiene para vivir 120 años, me gustaría que mis amigos interpretaran mis canciones. Pero recuerda, chico, que yo he acabado con la quinta y con los mangos y todavía puedo tumbar gente como loco.



JOHN CERÓN
REDACTOR DE EL TIEMPO

Fuente El Tiempo

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Ley Martin habla sobre aquellos tiempos de 'La Colombia All Star'

Ley Martin habla sobre aquellos tiempos de 'La Colombia All Star'




De ese gran sueño llamado ‘La Colombia All Star’, de la cual quedó como testigo una cinta de video grabada en blanco y negro en la desaparecida programadora Punch, del ‘Show de Jimmy’ Salcedo -quien hace las veces de presentador y panista-, se puede apreciar a lo más selecto de los músicos colombianos de aquellos años setenta.
La reunión de esta constelación de estrellas que fue idea original del hoy coleccionista y locutor Ley Martín, que en ese momento le da la dirección a Joe Madrid, para que lleve la batuta de estos titanes de la música que solo hicieron tres conciertos -en un fin de semana-, pues cada uno estaba ya muy comprometido con sus orquestas. La página de la salsa de El Espacio, rememora de la mano de su creador, Ley Martín esos instantes, que solo fueron tres días, pero que dejaron un gran legado para los amantes de la salsa en nuestro país y referente para quien decida cantar o tocar este género musical y lleve sangre criolla.

Rumba

“El primer concierto fue el jueves 26 de octubre de 1979 en el ‘Show de Jimmy’, el viernes 27 en la Plaza de Toros de la Santamaría, donde alternamos con Washington y sus Latinos -uno de los asistentes a ese evento contó que abrieron con el tema ‘Mosaico Santero’ y la tarima estaba ubicada al costado derecho-, el sábado 28 la cita fue en caseta La Saporrita, en Barranquilla, recuerdo que esa noche cayó un aguacero terrible. De eso quedó el video del programa de Jimmy”, recuerda Martín.

“Yo trabajaba con la disquera Discomoda, quienes manejaban Estrellas Tico y Alegre All Star y al escuchar esas grabaciones, pensé en hacer lo mismo con los artistas nacionales y le comenté a Joe Madrid, quien era artista de Philips y convencimos a Joe Arroyo, a Fruko, a Wilson Manyoma, a Jairo Licazale, a Juan Piña, quien a pesar de que no cantaba salsa, tenía el tema ‘Emigrante Latino’ pegado; con ‘Piper’ hablé personalmente y lo convencí -fue el único que me cobró $200 mil por cada presentación-, después escogimos a los más selectos músicos y estuvieron en las trompetas Jorge Gaviria y Adolfo Castro; en los trombones, Gilberto Hernández, Gustavo ‘Pantera’ García, Alberto Barros; en el bajo, Fruko; en guitarra y tiple Gabriel Rondón; en las congas, Willy Salcedo; bongos Augusto Villanueva, peruano, el timbal estuvo a cargo de Wilson Viveros y la batería fue de Armando Escobar”, agregó.




“Recuerdo con cariño que cuando convoqué a cada músico, no hubo resistencia, fue una idea apoyada por todos. El mismo Jimmy Salcedo que era un personaje influyente, Joe Madrid que era el director artístico del sello Philips y el más noble de todos Augusto Villanueva, me siguieron este sueño”.

La Colombia All Star apesar de tener en su nómina a grandes artistas, nunca grabaron ningún elepé -el que existe titulado ‘Carlos Carvajar y la Colombia All Star’, donde canta ‘Piper’ Pimienta, según Ley Martín fue hecho después, pero no hubo participación de la orquesta que él en su momento reunió.

Martín trajo a memoria que es esos ensayos que se hacían en ‘Manrricura bar’ ubicado en el norte de Bogotá -cuyo dueño era Armando Manrique, uno de los pianistas más vituosos que existían en ese momento-, un día arrimó un hombre delgado con afro, que llegó preguntando por Joe Madrid; dijo ser compositor y se sentó en una de las esquinas del lugar donde estábamos ensayando y cuya foto quedó para la posteridad, años más tarde fue conocido como Jairo Varela, quien a finales de ese 1979 sacó su primer larga duración, prensado en discos Dago.

El uniforme

“Para esa presentación en el ‘Show de Jimmy’, Salcedo regaló las camisas con las que salió la orquesta a escenario. Yo no tenía dinero, pero si muchas ganas de salir adelante y con muchos proyectos que con tenacidad los fui alcanzando. En ese momento Jimmy se llevó todos los honores de la reunión de estos músicos, pero luego en la novela del ‘Joe’ yo fui quien lo personifiqué y recordé esos instantes” señaló.

Anecdotas

“En uno de esos encuentros con Salcedo, me citó en el hotel Tequendama, pedimos algo de tomar y al momento de pagar, me dijo que no tenía dinero y pues lógico que yo tampoco, entonces me tocó dejar mi reloj empeñado”, trae a memoría Martín, del productor de televisión y fundador del musical que llevaba su nombre.

“Una vez estábamos Salcedo y yo reunidos y llegó Heriberto Fiorillo y al vernos exclamó, ‘ya encontré al doble de Jimmy’, esa foto quedó para la posteridad y se hizo un gran reportaje”, agregó.

Las canciones


El intro que era ‘La Colombia All Star’ y una descarga donde cada músico tenía la oportunidad de presentarse, fueron escritas por Joe Madrid, al igual que los arreglos de esos tumbaos. Otro disco interpretado por estas estrellas fue ‘Puro Cuento’ y ‘Tristeza’ en la voz de Jairo Licazale, este último autoría de Martín, otro más fue ‘Emigrante Latino’, en la voz de Juan Piña; ‘Cañaveral’ y ‘Las caleñas son como las flores’ con el timbre y el danzón de Piper Pimienta, a quien se le ve en el video su pantalón ‘botacampana’ que se mueve a su ritmo ‘endemoniado’, Joe Arroyo puso su cuota -era la primera vez que este artista aparecía en televisión- con ‘Tania’ y ‘El ausente’, lo mismo que Wilson Saoko, con ‘El preso’ y ‘Los charcos’.

“El presentador del evento en la plaza de toros fue el ‘Viejo Mike’ al igual que en Barranquilla, después de esa presentación me quedé definitivamente en ‘La Arenosa’. Miguel Granados Arjona, fue la persona que me tendió la mano en Bogotá y me dio la oportunidad de ingresar a Radio Capital, siempre creyó en mí, me daba para el bus y para la comida”, manifestó el empresario, locutor y pretigioso director barranquillero.



Tomado de la pagina de la salsa
Diario el Espacio Bogotá
Escrito por John Cerón


´A mí me suena la paz en Colombia', dijo Rubén Blades en su reciente visita


´A mí me suena la paz en Colombia', dijo Rubén Blades en su reciente visita




Blades indicó que en algún instante quizás no muy lejano, esta América, tendrá que unirse, y esto tiene todo el sentido del mundo, porque el continente se puede complementar en todos los campos, desde lo cultural hasta lo económico. “El argumento de la unión es un argumento válido que tiene sentido porque ha sido probado como en el caso europeo”, señaló.

El autor del tema ‘Pedro Navaja’, penúltima canción en interpretar en el pasado concierto dado en la Plaza de Bolívar, donde se reunieron más de 80 mil almas que lo corearon, agregó que: “la unión de América tiene todas las posibilidades no solo por las circunstancias culturales, sino por la ubicación geográfica y por las posibilidades que tendríamos dentro de la realidad de nuestras sociedades emergiendo y desarrollándose”.

De esta canción trajo a mente que cuando Willie Colón la presentó a la Fania y la grabaron dijeron que sería la sepultura para ellos, pero logró ser la canción que da inicio a muchos salseros en este maravillosos mundo del disco y su álbum ‘Siembra’ unos de los más vendidos en la historia de esta melodía, recordó en el recital.

Sobre las fronteras en los paises indicó “ estas las ha impuesto el hombre, porque la tierra no sabe en dónde comienza un país u otro” y destacó que “las divisiones las planteamos nosotros mismos”. En ese sentido, agregó que el caso de Bolivia, que lleva años tratando de tener una salida al mar, ya debería estar solucionado “hace tiempo fuera del nacionalismo”.

Colombia

Sobre el proceso de paz que se lleva a cabo en el país ‘El poeta de la salsa’ y exministro de Cultura de Panamá, dijo: “es importante que se llegue a una solución política”, pero que esta debe estar sustentada “por el amor a Colombia y a sus posibilidades”. Además aseguró estar completamente optimista de que Colombia pueda alcanzar un arreglo a su conflicto político.

El artista se refirió a la población colombiana como “gente que trabaja” que ha sabido manejar las circunstancias que lo rodean y que para muchos no es entendible porque “no pasamos por esa experiencia” en otros países. En todo caso, dijo Blades, lo importante es que en el acuerdo que se busca con las Farc se “ponga a Colombia por el frente” ya que lo importante no es quién ganó o quién perdió con el conflicto “porque eso no tiene sentido”.

Medellín

El salsero panameño citó como “algo extraordinario” el hecho de que Medellín, conocida en el mundo en la década de los 80 por sus niveles de violencia, haya sido escogida este año como la ganadora de un premio a las ciudades innovadoras.

Concierto 

Ya en tarima el cantante salió impecable con su traje negro, sombrero y bufanda, ante la multitud que lo ovacionaba y comenzó el recital salsero con su clásico ‘Plástico’, luego vinieron temas como ‘Amor y control’, con el cual recordó a su mamá que murió de cáncer y pidió por la unión entre las familias,, ‘Maestra Vida’. Recordó a su gran amigo Gabriel García Márquez con la canción ‘Ojos de perro azul’. La época de la conquista la trajo a mente con la canción del gran Tite Curet Alonso ‘Pantación adentro’. En mitad del espectáculo le hizo un sentido homenaje a el ‘Cantante de los cantantes’, ‘Héctor La Voz’, con el tema que el mismo Blades escribió: ‘El cantante’.

El ganador de ocho premio Grammy recordó al expresidente de Sudáfrica Nelson Mandela, al cantautor chileno Víctor Jara, asesinado en la dictadura de Augusto Pinochet. También aseguró seguir los libros del escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez, esto redondeado por un fuerte aplauso y un grito de euforia que se escuchó cuando el compositor saludó a Bogotá por sus 475, tras señalar que “ahora Bogotá está mucho mejor”.

Tomado de la pagina de la salsa
Diario el Espacio Bogotá
Escrito por John Cerón

Entrevista con Eddy Zervigón, el veterano director de la Orquesta Broadway

 Entrevista con Eddy Zervigón, el veterano director de la Orquesta Broadway


El cubano Eddy Zervigón, fundador, director y virtuoso flautista de la orquesta Broadway, vive en el Distrito de Queen, Nueva York, y desde allí con la amabilidad que lo caracteriza atendió a la Página de la Salsa para dar a conocer parte de su extensa carrera musical.




El artista recordó que en el año 1962 llegó primero a Miami, donde estuvo algunos meses, luego se trasladó a Nueva York y conoció a Jhonny Pacheco, a quien sustituyó en varios bailes, pues lo habían operado de la garganta; también tocó de forma esporádica con Arsenio Rodríguez. Ya a finales de ese mismo año fundó la orquesta Broadway -nombre dado por Catalino Rolón- y logró un contrato para presentarse los miércoles, viernes, sábados y domingos en el Palladium de propiedad de Max Hayman, ubicado en la calle 53 y Broadway en New York. “Después de una presentación en el ‘Festival del Danzón’, que fue un viernes, se dió la contratación. Luego vinieron las casas disqueras como Gema Record, al igual que producciones con Tito Rodríguez, entre otros grandes artistas. “De Palladium recuerdo que los miércoles daban clases de baile como Chachachá, Danzón y Merengue, al que asistían muchos americanos, el domingo se daba cita el afroamericano”.

Canciones

Entre los temas que identifican a esta agrupación está ‘Isla del Encanto’ y ‘Arrepiéntete’ entre muchos más, de la primera dijo: “Es del compositor y cantante Eugenio Hernández, quien murió hace algunos años en Nueva York. Siempre nos acompañó. Modestia aparte, la Broadway tiene muchos números que fueron éxito, pero realmente el que más ha pegado y aún se mantiene y es considerada como un clásico es ‘Isla del encanto’. La última vez que Eugenio nos acompañó fue en un homenaje que nos hicieron en el teatro Teresa Carreño de Caracas, Venezuela, en el año 2006. La canción ‘Arrepiéntete’ es de Felo Barrio, que además es un gran cantante, este tema salió en el estudio de la mano de él”.

Nueva York

Palladium marcó una etapa en la vida de los salseros que se radicaron en la capital del mundo y que se presentaron allí. Fue un lugar mítico que lastimosamente tuvo su fin en junio de 1977.

“La Orquesta Broadway cerró el último concierto en Palladium. Interpretamos el tema ‘Pare cochero’, que duró 40 minutos, todos los músicos que estaban allí prensenciando ese evento se subieron para cantar y tocar con nosotros. Ese cierre fue muy duro para los latinos. La gente ese día se llevó pedazos de sillas, de paredes, muchos lloraron. Eso fue muy doloroso”, manifestó.

Memorable

De los momentos memorables, que han sido muchos para la Broadway en sus 51 años de historia, uno de los más recientes fue en el mes de noviembre de 2011, cuando tocaron en la gala atlética mundial de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo en el Salón de Estrellas del Club Deportivo, ubicado en el principado de Mónaco. “Solo dos orquestas latinoamericanas han amenizado este evento, primero la Orquesta Aragón en 2007 y nosotros”, señaló.

Otro acontecimiento reciente que tiene mucho valor para ellos es haber ganado el Congo de Oro este año en el Carnaval del Bicentenario de Barranquilla. Además de haber sido invitado especial en el año 2005 a la octava versión del Festival Salsa al Parque en Bogotá. En 1982 se quedaron con el Festival de Orquestas de la Feria de Cali. El elepé ‘Pasaporte’, fue disco de oro por sus ventas, también el Cd 40th Aniversario, fue nominado a Grammy Latino, quedando entre los 10 mejores trabajos del 2002.

Sobre su hermano Ruddy, contó que está retirado de la música, sin embargo cuando es una presentación importante de la Broadway, él los acompaña. Estuvo en el 50 aniversario de la agrupación celebrado en el Lincoln Center de Nueva York en junio 30 de 2012.

Una gran diferencia entre la Broadway y otras orquestas que hicieron historia con el sonido cubano, es que ellos aún están vigentes, nunca han parado y siempre han estado presentándose al público.

“La Broadway siempre ha tenido grandes arreglos para la música, además de hacer temas llamativos al público, hay que hacerlos bailables. La flauta es primordial, cuando la toco trato de no repetir sonido”, agregó.

Su vida

“Vivo con mi esposa Nancy García, que es barranquillera, tengo dos hijos, uno es Iván Zervigón, quien toca conmigo y vive en New York. El otro es Eddy Zervigón Jr., toca ‘Fender bass’, pero trabaja en administración de negocios. No escucho mucha música, pues como dicen ‘en casa de herrero cuchara de palo’. Me encanta la tecnología. Lo que nunca dejo de oír es la Charanga, El Montuno Bravo, La Salsa Dura”.

La música hoy

“Las grabaciones ahora están muy mal, no sé en qué irá a parar esto. La tecnología acabó con los discos. Hoy te compran un Cd y lo queman para toda la familia. Ahora un compacto sirve es como carta de presentación, pues ya nadie los compra. Antes se tenía que demostrar si se era buen músico o cantante ya que se grababa con la orquesta en pleno, ahora todo el mundo es buen ‘cantante’ y ‘músico’, pues las máquinas y los programas arreglan y afinan todo” agregó.

Anécdota

“Un día estaba fuera de la casa y teníamos una presentación, la flauta la había dejado en la casa de mi hermano Ruddy, lo llamé para que me la llevara, pero la olvidó. No sabía qué decirle al empresario y se me ocurrió contarle que me la habían robado. Así lo anunciaron por los parlantes, de repente me di cuenta que en medio del teatro Delancey, donde nos íbamos a presentar, estaba un mago haciendo sus actos, sacaba conejos y pañoletas de un sombrero. Los asistentes al verlo le gritaron que si era mago que hiciera aparecer mi flauta, el pobre hombre al notar el acoso del público y sin poder hacer nada, desapareció como por arte de magia; fue muy cómico ese momento al ver que el lío del ‘robo’ de la flauta estaba ahora en manos de un mago”, manifestó.

Tomado de la pagina de la salsa
Diario el Espacio Bogotá
Escrito por John Cerón

martes, 3 de septiembre de 2013

Rafael Ithier: El decano de la 'universidad de la salsa'

Rafael Ithier: El decano de la 'universidad de la salsa'



En su más reciente visita a Colombia, el pianista y director del ‘Gran Combo de Puerto Rico’, Rafael Ithier, de 86 años, habló con ‘La página de la salsa’ de lo humano, lo divino y lo musical.

El Espacio: ¿Cuéntenos de Puerta de Tierra?

Rafael Ithier: “Puerta de Tierra es el barrio más grande que tiene San Juan de Puerto Rico. Allí mi niñez fue muy estropeada. En esa época en mi país se vivía una pobreza extrema y se pasaban muchas necesidades. Me acuerdo de mi padre que se sacrificaba por mí y mis hermanas, pero igual me siento orgulloso de nacer en ese momento”.


Algunos temas


E.E: ¿Qué es el Caballo Pelotero?

R.I: “Es una composición de Bobby Rodríguez Capó, uno de los más grandes letristas de esta tierra. Esa canción primero la grabó Pellín Rodríguez, luego hicimos otra versión con Charlie Aponte. Es un tema muy gracioso con el que se hace una parodia en un juego de béisbol, donde un jugador es un caballo que no corre, cuando el juego está para correr y ganar”.

E.E: ¿Qué opina cuando se dice que el activo más preciado que tiene Puerto Rico es el Gran Combo?









R.I: “Nosotros nos tomamos el atrevimiento de ponerle un apellido al Gran Combo, y el locutor Mariano Artavos dijo que la palabra Gran Combo era muy común en las agrupaciones y nos dio la idea de que fuera de Puerto Rico. Esto nos comprometió más para representar esta tierra en el mundo. Aunque en un momento también se pensó ponerle ‘Rafhael Ithier y su Gran Combo’, me opuse, pues en ese momento pensé que solo íbamos a estar tocando unos seis o siete meses y mira, llevamos 51 años en esto”.

E.E: ¿Por qué el piano?

R.I: “Soy autodidacta y cuando muchacho tocaba contrabajo y guitarra, pero como mi hermana estudiaba piano, aproveché y aprendí hasta el punto de quedarme como pianista”.

E.E: ¿Ya logró todo en la música?

R.I: “No, esto es infinito, hemos logrado cosas y alcances que otros no han podido. Somos un grupo accesible, no somos difíciles para el público y eso es lo más importante para seguir y seguir”.

E.E: ¿Cómo logra conseguir esos cantantes y músicos?

R.I: “Esto es una virtud, siempre le di oportunidad a talentos nuevos. Por ejemplo Jerry Rivas, nadie sabía quién era. Él se sentaba en una silla en el balcón de mi casa con mi hija y por ahí empezó. A Charlie Aponte nunca lo había visto y un día me dijo que cantaba y lo traje. A Andy Montañez, un amigo me lo recomendó, fui al barrio de ‘Trastalleres’ y allá estaba parado en una esquina, le decían ‘Junior’, me le acerqué y le manifesté: quiero llevarte a una prueba. Le dije que cantara una guaracha, me respondió que no sabía de eso.

Luego cantó una de Vicentico Valdés y me gustó, le dije: me lo llevo para casa. Luego de dos meses debutó con un tema de Bobby Capó y se le olvidó una parte en plena función. Sin embargo el público me dijo: ese  cantante es muy bueno. Fue Tito Rodríguez quien le puso Andy, pues en cada trío existía un ‘Junior’ y había que hacer la diferencia y lograr identidad”.

E.E: ¿Qué canción no puede faltar?

R.I: “Hay un número que aprecio mucho, es ‘Las hojas blancas’ –de Roberto Angleró–, en él se representa la vida. Una vez en un carnaval en Panamá, ‘Paco’ Navarrete, organista, nos escuchó y nos invitó a Costa Rica a cantar esa canción, fuimos y tocamos una semana”.


Música eterna


E.E: ¿Cómo llegó ‘Arroz con habichuela’?

R.I: “Yo nací siendo fanático de la música de Arsenio Rodríguez, años después lo conocí y le prometí hacerle algo que me lo recordara.

Un día cualquiera Jerry Rivas, que siempre está detrás de los compositores, me dijo que había un cubano llamado Juachi Nieves, que tenía varios temas, lo entrevisté y me cantó ‘Arroz con habichuela’, quedé quieto y le dije no me cantes más, ese es el tema que buscaba y recordé de inmediato a Arsenio Rodríguez. Vilarini lo arregló, lo ensayaron y cuando lo oí me impresionó aún más y lo grabamos en tiempo de son montuno, ritmo que no prensaban desde hacía años. El álbum se llamó así y con él volví a mis raíces. Arsenio se hubiera enloquecido con esa canción”.

E.E: ¿Y Sin salsa no hay paraíso?

R.I: “Es del pianista de Tito Rojas, ‘Richi’ Martínez. Empezamos a buscar canciones que teníamos archivadas y lo hallamos, tuvo gran aceptación”.

E.E: ¿Cómo es Ithier cuando no está detrás del piano?

R.I: “Mi vida es la melodía, por 30 años he hecho toda la música del Combo, sin embargo cuando no estoy con las partituras, me recreo viendo mucho deporte, béisbol, fútbol, baloncesto, además sigo escribiendo canciones y lo que más disfruto es estar con mis nietos y mis bisnietos”.

Este es Rafael Ithier, dueño del gran Combo de Puerto Rico, orquesta conocida como la ‘universidad de la salsa’, que bien podría decirse que es de las pocas agrupaciones que con solo escuchar la primera melodía ya se identifica en cualquier parte del mundo.

Tomado de la pagina de la salsa
Diario el Espacio Bogotá
Escrito por John Cerón







jueves, 22 de agosto de 2013

El maestro Roberto Torres: 'Música cubana, la gran simiente salsera'


El maestro Roberto Torres: 'Música cubana, la gran simiente salsera'






Hablar del cantautor cubano Roberto Torres es referenciar el tema ‘Caballo viejo’, interpretado magistralmente en ritmo de charanga por el baluarte viviente del género salsa.
‘El caminante’, como también es conocido el artista, vive en Miami y desde allí le concedió una entrevista a la ‘Página de la salsa’ para contar algunas de sus experiencias en el mundo musical. 

Al referirse a ‘Caballo viejo”, el maestro Roberto Torres manifestó que “este tema llegó después de ‘El caminante’, ‘El paralítico’, ‘Para que aprendas’, pero parece que ese ha sido de los que más le ha gustado a la gente y eso lo agradezco. Nunca pensé que fuera a ser el éxito que es. Es más, no entendía cómo se podía comparar unos animales con el hombre. Para poderlo interpretar le pregunté a Simón Díaz, su autor, qué quería decir con eso y él me explicó. Luego de entenderlo le dije: has hecho un número para toda la vida”.

Sobre ‘El paralítico’, un homenaje a Matamoros, indicó que “ellos fueron los primeros que empezaron con el son y la guaracha, con un trío y después un conjunto en el que Benny Moré y Guillermo Portabales cantaron. Eran temas que tenían mucha remembranza. De Cuba no sacaban esa música porque decían que era de antaño, entonces yo empecé a sacarla para que la gente la conociera y así hice este homenaje a Matamoros y a Portabales. Cuba es el semillero de la salsa”.

La Charanga vallenata

“Cuando grabé los vallenatos, que fue idea del colombiano Guillermo Díez, le puse violines, flautas y todo el conjunto y para no perder la esencia, dejé el acordeón. Tomé los vallenatos clásicos y los interpreté, decidí sacarlos de esa gaveta donde estaban. Los cuadré, los metí en la clave y los dejé para que la gente los bailara. Me gustan todos, porque todos tienen un motivo, un sentido, me gusta la música con mensaje. No me interesa una canción con solo coro. Los discos ‘El Cantor de Fonseca’, ‘El Jerre Jerre’, ‘039’, ‘Matilde Lina’ entre muchos, los grabé antes de que lo hiciera Carlos Vives. La primera vez que escuché vallenato fue cuando viajé a Cali con la Sonora Matancera para los Juegos Panamericanos, ahí empecé a saber de esa música que tiene una letra muy bella”, recordó

Al preguntársele sobre su característico sonido de la flauta en sus interpretaciones, respondió que “este instrumento es muy melodioso, cuando llegué a Estados Unidos formamos una charanga y ya en 1963 creamos la orquesta Broadway junto a Rudy y Eddy Zervigón, Abraham London y yo y la flauta era primordial”.

El Caminante

“El tema ‘El caminante’ lo escuché por primera vez en el año 1972 en unos carnavales en Venezuela, cuando estaba de gira con la Sonora Matancera. Mi compañero de cuarto era Yayo ‘El Indio’, quien compró un radio pequeño y puso una emisora y ahí lo pasaron, decía: ‘No es preciso decirte de donde vengo/ simplemente la vida lo quiso así/ ya mañana temprano seremos dos extraños/ pensarás que un sueño no me preguntes por qué me fui’, es autoría de Gilberto Mejía, después la grabó y de ahí sale el remoquete de ‘El caminante’ “.

Charanga de la 4

“Hubo una época en la que en los Estados Unidos no se podía decir que eras de Cuba, entonces organicé una Charanga y en vez de ponerle de Cuba, le puse de la cuatro, porque son cuatro letras las que componen el nombre Cuba”, señaló.



Sus inicios

“A los 16 años, cuando terminaba el bachillerato, cantaba con el Conjunto Universal y un día saliendo de Radio Cadena, me encontré con Benny Moré y me dijo ‘no aprendas música ya que puedes perder el swing, porque tú eres blanco y serás un negro cantando’, eso nunca se me olvida”, agregó.

Hoy

“Vivo tranquilo y hago mi trabajo como debo hacerlo, siempre escucho música cubana y la canto, me encantan los boleros, pero el público lastimosamente ya no es bolerista. Ahora mismo soy la voz oficial de la clínica ‘Medical Center’, ahí les canto a los viejos, hago comerciales para la televisión y en mis ratos libres juego golf. Soy padre de tres hijos, uno de ellos vive en Austin, Texas, otra vive en Palmero Beach Miami, y la otra es enfermera y trabaja en la clínica León, ellos me han dado cinco nietos”.

Sus amigos

Del trompeta ‘Chocolate’ Armenteros, señaló que sigue tocando. “Es muy guarachero y divertido, lo aprecio mucho”. De Eddy Martínez, señaló que es un gran pianista. “Èl tocó con los mejores y tenía buen swing, además es gran lector y todo lo tocaba bien, lo admiro como persona”. Del violinista Alfredo de la Fe,  dijo que “lo llevé a la música, luego ingresó muy pequeño a la orquesta de José Fajardo, ahora mismo estamos trabajando y quizás en noviembre estemos en Cartagena, pues sigue tocando el violín y yo cantando mejor que antes”, manifestó.

Torres, de 73 años, agregó que todos sus discos son importantes, de lo contrario no los hubiera hecho.

Sobre el dinero agregó que hace falta para vivir, pero no lo es todo, él está ahí y hay que buscarlo bien, no mal, lo importante es la salud. De la tarima dijo: “Cuando estás en la tarima estás trabajando y debes darle al público lo que ellos quieren ver y si uno está disgustado eso se deja fuera del tablado, la gente no quiere eso, quiere es gozar”, concluyó.


Tomado de la pagina de la salsa
Diario el Espacio Bogotá
Escrito por John Cerón

jueves, 8 de agosto de 2013

Homenaje al maestro Andy Montañez, el abuelo alegre de 'Las hojas blancas'


Una nueva página de la salsa ha publicado esta mañana el diario capitalino el ESPACIO, en esta ocación nuestro amigo John Cerón nos presenta un gran maestro, ANDY MONTAÑEZ!


Homenaje al maestro Andy Montañez, el abuelo alegre de 'Las hojas blancas'






Sin lugar a equivocarnos Andy Montañez es de las voces que ‘El Gran Combo’ no ha podido reemplazar y luego de más de 50 años de trayectoria de esta agrupación musical su voz sigue vigente, aunque él, desde hace años, tiene rumbo propio.

El puertorriqueño, le regaló varios minutos de su tiempo a ‘La Página de las Estrellas de la Salsa’ y recordó sus momentos estelares. 

“Nací en el sector de Trastalleres, en Puerto Rico, que es un barrio obrero, de Santurce, en San Juan, de gente humilde, trabajadora. En los años 40 y 50 en este sitio se establecieron varios talleres donde reparaban los vagones del tren que recorría la isla, de ahí su nombre. Cuando estoy en la ‘Isla del encanto’, lo visito casi a diario”, recuerda Andy Montañez de las calles donde dio sus primeros pasos. Cabe recordar que el artista es conocido como ‘El niño de Trastalleres’.

Otros grandes cantantes que han salido de este barrio son: Daniel Santos ‘El Jefe’, Armando Avilés del trío ‘Los Panchos’, El trompeta, Luis ‘Perico’ Ortiz.












Temas
De su extensa carrera musical hablamos de canciones como ‘Las hojas blancas’, que es autoría de Roberto Anglero (‘Si Dios fuera negro’), y Montañez lo grabó con el Gran Combo de Puerto Rico, cuando las canas aún no habían salido en su cabellera, como el mismo lo recuerda.
“Es un tema muy emblemático, hay que cantarlo siempre. La gente joven que no había nacido cuando yo lo grabé lo pide mucho”, señaló.

Julia
“Es del panameño Yin Carrizo. Una de las versiones más recordadas es la que grabamos en el Yankee Stadium, de New York, en una invitación que nos hizo La Fania. Al terminar el número, Rafael sale de la tarima un poco molesto porque estaban grabando sin el permiso de él. Al otro día Jerry Masuccci se acerca para ofrecerle un poco de dinero a Ithier por haber filmado, pero al ver la suma, Rafael le sacó un manojo más grande y Jerry le dice ‘uyy a esa cantidad no puedo llegar’, entonces el pianista y director le manifiesta, pues miremos que podemos acordar y finalmente llegaron a un buen pacto”, manifestó.

‘Un verano en New York’ de Justi Barreto, nunca pasará de moda por el cariño de la gente, suena en todo el mundo”, dijo.

'Pellín' Rodríguez
“Él fue mi eterno compañero en esos años del Combo. Fue uno de los dúos que la gente ha aceptado con más ahínco. Con ‘Pellín’ recuerdo el tema ‘A mi manera’. Era como mi hermano, la química era total. Sabíamos cómo estábamos de ánimo cada uno sin ni siquiera hablarlos”, agregó.
Bolerista

“Me gusta más cantar boleros que salsa. Empecé en este género cuando tenía 12 o 14 años, teníamos un trio con unos amigos y dabamos serenatas a las damas del barrio. ‘Cariño de verdad’, fue la primera canción que canté frente a un micrófono, tenía 8 años. Mi madre me llevó a un programa que había de principiantes. El papá de ‘Papo’ Rosario me acompañó en la guitarra.

La salsa vino después por recomendación de mi amigo Sammy Ayala integrante de ‘Cortijo y su Combo’ quien me presentó a Rafael Ithier. El primer tema que grabé de la mano de él fue ‘La muerte’”.




Dimensión Latina
“En esta grupación venezolana estuve tres años maravillosos. Ocupé el espacio donde estaba Óscar de León, nunca busqué sustituirlo. Con ellos viajé a sitios donde no había ido con El Gran Combo. Es de los paises que más quiero. Además de puerto Rico es el otro lugar donde he vivido. No me ha llamado la atención New York”.

Solista
“Cuando empecé como solista, hubo un tiempo en que la salsa romántica estaba pegada, entonces como tocaba boleros, interpreté varias canciones con sentimiento. Con temas como ‘Me gusta’, ‘Casi te envidio’. ‘Cobarde Cobarde’, se hizo historia”.

El barrio
La salsa de barrio, de calle vuelve con Andy al momento de grabar ‘Pillo buena gente’, aunque no apareció en un Cd de salsa exactamente, sino que fue una grabación homenaje a Roy Brown y sus amigos, la interpretación del ex vocalista del Gran Combo es estupenda.

“Me gustó ese número y más cuando supe que se había pegado en Colombia, Ecuador y Perú. Una vez fui cantar a un sitio y me lo pidieron, yo no lo tenía en el repertorio y entonces alguien ya lo tenía montado y lo invité a la fiesta, lo senté en una mesa con su esposa y cuando estabamos en la rumba y lo pidieron, yo lo llame a él para que me acompañara, pero en realidad, era para que él lo interpretara, pues en ese momento no me lo sabía.

Hoy día hay que cantarlo donde me presente”, recuerda el hombre que tiene 71 años, de los cuales más de 60 se los ha dedicado a la música y que mañana se reunirá nuevamente con ‘El Gran Combo’ encabezado por Rafael Ithier en un sitio de Bogotá, para recordar esas épocas de salsa plena que inmortalizó con su voz y con la compañia del ‘rey de las Blancas y las negras’.

TOMADO DE EL ESPACIO







jueves, 1 de agosto de 2013

entrevista Willie Colon : 'En la salsa hay mucho payaso', dice el maestro Willie Colón

Para mi es un orgullo que un amigo, John Ceron nos tenga esta buena nota estractada de la pagina de la salsa, para el diario El Espacio, disfrutenla!


'En la salsa hay mucho payaso', dice el maestro Willie Colón



De manera exclusiva el maestro Willie Colón le contestó a la página de la salsa algunas preguntas sobre su carrera musical y otros aspectos de su vida artística. Recordado por su éxitos ‘Gitana’, ‘Sin poderte hablar’, ‘Idilio’, ‘El gran varon’ y por supuesto por el dúo dinámico que conformó con Héctor Lavoe.



Diario El Espacio: ¿Cómo lograron para hacer que la música salsa perdurara tantos años?

Willie Colón: “Por más que algunos sabios digan que la salsa es de aquí o de allá o que es así o asá, ellos están hablando babosadas. La razón es que esta se formó solita. Debido a los ingredientes en el ambiente de Nueva York, que fue un terreno fértil para un proceso orgánico. Las corporaciones y los artistas fabricados de hoy no tienen idea de lo que es la verdadera salsa.

Muchos de estos cantantes, son excelentes interpretes, y creen que con solo poder cantar bien todo lo demás va caer en su sitio. La verdad es que se necesitan muchas cosas. Hay que conocer las raíces, la música vieja para empezar. Tienes que tener mucha hambre. Hay que sufrir para poder apreciar el alivio y la libertad de una rumba buena”.

E.E: ¿Cómo era ese New York, en cuanto a orquestas? 

W.C: “Era un New York de esperanzas, de retos, de oportunidades, pero también de racismo, peligros y humillaciones. El latino no se asimiló como los italianos, los irlandeses, los griegos, etc. La música la traíamos en el corazón y era una verdad tan poderosa que se convirtió para muchos de nosotros en un consuelo ante la adversidades. Una fuerza que nos unía, nuestra nueva identidad como latinos en un mundo nuevo. Para los 60’s ya nuestra música era un brasa encendida en todos nuestros vecindarios.

Un pasatiempo para los bailadores que les proveía una oportunidad para poder conocer su media naranja. Para los músicos era un chance para empezar una carrera. Para los empresarios un mercado intacto. Todo este nuevo mundo del disquero, el promotor, el bailador y el músico circulaba por la melodía”.

Trombonista

E.E: ¿Por qué el trombón?

W.C: “El trombón era algo nuevo. En esos tiempos todas las orquestas eran de trompetas y saxos. Grandes grupos de 12 a 18 músicos. Muchas bocas para alimentar. Había poca amplificación. Cuando primero oí a Mon Rivera cantando con Joe Cotto, ‘Dolores La Pachanguera’ y empezó un solo de trombón del gran maestro Barry Rogers, me enamoré del instrumento y cambié de trompeta a trombón de pistones y después a trombón de vara. Con 2 trombones y uno de esos nuevos amplificadores que salieron cuando yo empecé hacíamos más ruido que los bandones tradicionales”.

E.E: ¿Su decisión de ser salsero quién se la dio o de dónde se inspiró?

W.C: “De los muchachos mayores del bloque. Ellos tocaban congas, cencerros y escuchaban a Tito Puente, Tito Rodríguez y a Machito. Yo entendí que para poder ganar su respeto tenía que aprender de la música. Decidí que no quería ser un percusionista. Empecé a estudiar teclados, flauta, trompeta y finalmente el trombón. Entendí que esto podía ser una manera digna de ganarme la vida. Éramos pobres y lo único que necesitaba era un instrumento y muchas ganas de triunfar. Mi familia me apoyaba orgullosamente”.

La musa





E.E:¿Cuándo compone en qué piensa?

W.C: “Todo depende. La idea puede ser premeditada o puede llegar de la nada. Algunas veces uno oye algo o lee algo o se le ocurre algo que no es musical, pero que es un pedazo de información que me urge tratar de compartir y le busco forma en prosa y melodía. En ese caso es una idea. Otras veces llega una melodía que empieza a desarrollarse en tu cabeza; entonces digo que tengo que ponerle música y palabras. Hay muchas canciones que nunca llegan a ser escritas porque el proceso de vivir las troncha, puede sonar el teléfono o alguien te puede saludar o no tienes grabador, papel, pluma u otra manera para recordarla y se pierden para siempre”.

E.E: ¿En sus ratos libres, qué música escucha?

W.C: “De todo menos rap y reguetton. Ya estoy viejo y no me entra. Me gusta oír música en otros idiomas: turco, hebreo, alemán, portugués, italiano, irlandés, ruso, chino, todo es bueno. Me gusta la música instrumental, también me gusta escuchar una música y adivinar de que parte del mundo salió. Oigo rock, gaita, cumbia, jazz, calipso, plena, bomba, vallenato, huapango, tango. Todo es bueno”.


E.E: ¿De los temas que ha cantado, cuál es el más significativo y por qué?

W.C: Creo que fue Che Che Colé. Fue mi partida a un pensamiento más experimental. Lo importante fue que el riesgo fue bien recibido y compensado. De no haber sido así, ¿Quién sabe dónde estaría hoy?
Lavoe

E.E: ¿Cuénteme un poco del álbum Asalto de Navidad 1?



W.C: “Asalto de Navidad fue un reto para mí. Quise hacer tributo a la música de mi abuela Antonia Pintor. Antes de eso los ‘Niuyoricans’ y los jibaros que llegaban a New York se burlaban de la música de cuerdas. Le llamaban el “guilingiguiling”. Algo como la bachata de hoy. Yo busqué a Yomo Toro que trabajaba en un bar al lado de donde laboraba mi mamá, en la calle 149 entre Brook Avenue y Willis Avenue en el Bronx, ‘La Campana’.

Cuando le pregunté cómo íbamos a grabar el cuatro, porque yo nunca había grabado uno, él pensó que yo le pedía que tocara guitarra eléctrica. Yo traté de crear una cama donde Yomo, que era salsero, pudiera tocar sus aguinaldos y música jibara tal cual siempre la tocaba y nosotros le daríamos vuelo con un masacote fino, pero obedeciendo la forma de la música autóctona de Puerto Rico. Lo único que faltaba era la voz del jibarito Héctor Lavoe, quien entró como pez en el agua.
La química fue increíble. Nadie podía esperar que saliera algo tan sabroso, tan autentico y tan diferente. Pero como te dije ante, es un proceso orgánico. La salsa se hace solita”.

E.E: “¿A quién le dejará su legado musical, sabiendo que usted es de los salseros más importantes del mundo?



W.C: “A todo el que la reciba. Me siento dichoso y agradecido por el cariño y la generosidad del público que me viene a ver y ha comprado mis grabaciones a través de casi 50 años. No me puedo quejar, son pocos los que tienen la suerte que tuve. Ese legado puede seguir sonando y se puede apagar cuando me vaya, no importa, lo que cuenta es que movió e hizo vibrar multitudes mientras estuve y eso es el tesoro que me llevo”.


E.E: José Mangual Jr., en una entrevista me dijo que la esencia y la hermosa sonoridad de esos álbumes que ustedes grabaron con el sello Fania, además de su ingenio e innovación, era que lo hacían con la orquesta en pleno. ¿Cuénteme un poco de esos momentos? 

W.C: “Esos muchachos son monstruos en esta profesión. José Mangual Jr., Milton Cardona, Profesor Joe Torres. Se unieron conmigo y Héctor. Creyeron en el proyecto y se atrevieron a experimentar en lo que sea. Ellos entendían que la salsa era una manera de hacer música, un concepto. Aunque algunos nos criticaban y ellos bien sabían tocar como los otros. Conmigo rompieron las reglas e hicimos algo diferente. Algo audaz, algo muy nuestro”.


E.E: ¿Podrá existir otro Héctor Lavoe?



W.C: “¡Seguro que sí! En otra galaxia, u otra dimensión paralela, pero en este planeta no señorito. Estoy harto de todos esos payasos aprovechándose de su cuerpo de trabajo haciéndole ‘tributos’ y ‘homenajes’. Se creen que cotorreando sus soneos palabra por palabra es que están cantando. Es oportunismo descarado. Solo hay un Héctor LaVoe y que vengan los Marc Anthony, Van Lester y todos los otros payasos sacando billete a costilla de Héctor es triste. Más triste es que hay un público ignorante que lo acepte”.

E.E: Gracias maestro Willie Colón por esta entrevista. 

W.C: “Solo resta decir que Colombia ha sido tan fiel a este género, que tengo que decirle de parte mía, de los integrantes de mi orquesta y todos mis colegas, ¡gracias Colombia! por cargar la antorcha. El próximo viernes estaré nuevamente en este maravilloso país brindando mis canciones”.

Tomado de la pagina de la salsa
Diario el Espacio Bogotá
Escrito por John Cerón

viernes, 19 de julio de 2013

Willie Rosario, 83 años y aún suenan timbales



Willie Rosario, 83 años y aún suenan timbales



El músico Fernando Luis Rosario Marín, más conocido en el ámbito salsero como Willie Rosario, de 83 años, empezó su carrera musical desde los seis años con clases de guitarra, pues su familia vio facultades en él como artista, lo cual afirmó años después hasta convertirse en uno de los grandes representantes del género antillano en el mundo.

‘Mr Afinque’, como también es distinguido el percusionista, atendió a El Espacio desde su casa en el municipio de Carolina, Puerto Rico, y reveló apartes de sus experiencias en este maravilloso mundo llamado Salsa.




“‘Mr Afinque’ me puso un locutor de radio por la manera de tocar, pues mi música fue hecha para bailar, no para hacer espectáculo. El bailador necesita que el ritmo sea compacto, limpio, para que pueda danzar con perfección y yo ‘afincaba’ (sic), muy bien, por eso soy ‘Mr Afinque’”, señaló.

Desde chico me gustaba la música. Cuando llegamos a New York, fui al Palladium y vi a Tito Puente tocar el timbal y me inspiró para interpretar ese instrumento. Aunque mi ídolo es Uvaldo Nieto, ‘Cubanieto’, quien hacía parte de la orquesta de Machito, su estilo lo heredé, era ‘afincado’ para la orquesta, es decir era bien simétrico y se lo aprendí”, agregó.

El tema ‘Homenaje a Miguelito Valdés’ es una canción que escribió Félix Chapellón, quien era de la generación de este prolífero artista y Rosario la grabó. “Me dio mucho gusto hacerlo, porque Miguelito Valdés es la base de los soneros, de los cantantes que tocan salsa, fue interpretada por Junior Toledo”, dijo.






'Botaron la pelota'

“‘Botaron la Pelota’, es del compositor Pedro Flores, se inspiró en el refrán callejero puertorriqueño ‘botan la pelota’, que significa que hay jonrón, que es lo máximo y lo comparan con una niña a quien sus padres trajeron al mundo y con ello la sacaron del estadio por lo bella. La interpretó Gilberto Santa Rosa con un magistral soneo y gran inspiración. Él grabó conmigo seis elepés o Cd’s”, declaró.


Voces

“Mi primer cantante fue Franky Figueroa, luego se hizo solista, después se fue con Tito Puente con quien duró casi 23 años. Lo reemplazó en mi grupo ‘Chamaco’ Rivera, con él grabamos ‘Del barrio obrero a la 15’, que es un homenaje a una calle y un barrio de Nueva York, después supe que en Cali hay un lugar denominado de la misma manera y fue éxito allá, cuando voy lo tocamos”.







De los intérpretes que hicieron historia están Gilberto Santa Rosa; Tony Vega, a quien vio por primera vez por televisión con Raphy Leavith y dijo que ‘cuando tenga la oportunidad lo traigo a la orquesta’, y así pasó. Por otra parte, a Junior Toledo lo conoció en Nueva York, de él escuchó una grabación y después de un tiempo lo contrató. “Era un gran cantante de salsa y boleros, además de excelente compositor. Desde pequeño tuvo varios problemas que lo afectaron en su vida.




Junior Toledo

Murió hace más de 12 años. Luego de irse de mi orquesta tocó con Tito Puente pero no grabó, después siguió con César Concepción, ahí sí grabó, terminó en la agrupación de Elías López, el famoso trompetista. La gente dice que él es el mejor que ha pasado por la orquesta, pues se compenetraba bien con los músicos”, recuerda el artista.


Bobby Concepción, Willie Rosario y Tonny Vega








'Lluvia' 

“Es un número del cubano Adalberto Álvarez, cuando lo escuché por primera vez interpretado por una agrupación de la isla, me gustó para hacerlo, al principio no tuve la intención de grabarlo, pero al ver la reacción del público decidí hacerlo. Fue un hit y pegó en todo sitio”, manifestó.



'Mi amigo el payaso'

Esa canción desde el principio vio que era comercial y la cantó Tony Vega, con la cual se dio a conocer con su orquesta.

Colombia

Willie Rosario en 1987 viajó por primera vez a Colombia y cuando iba para Cali hizo una parada en Bogotá para grabar un programa de televisión. Aunque en la capital no se ha presentado ante el público, espera hacerlo muy pronto. Su última visita al país fue en septiembre del año pasado en ‘Salsa y Jazz Festival’, en Medellín.

 Junior Toledo con Willie Rosario




“Colombia es un país muy amante a la salsa, la conocen, la disfrutan y la saben interpretar, las orquestas de allá son fenomenales -Galé, Grupo Niche, Guayacán-, tocan como cualquier agrupación puertorriqueña, quienes fuimos los que echamos la salsa pa’delante”.

Su vida



Es padre de cuatro hijos, todos profesionales, quienes le han dado seis nietos, de los cuales tres están en la universidad. El maestro del timbal manifiesta que en sus ratos libres lee mucho, ahora mismo tiene en sus manos el libro ‘Son de Almendra’, de la cubana Amaira Montero. Por las tardes cuando no tiene compromisos profesionales va a tertulias y habla de música y de política. Igualmente hace mucho deporte.

Cabe recordar que además de músico es periodista titulado y en sus primeros años en Nueva York trabajó para una emisora como locutor por ocho años, pero se quedó en la música.

Este es un pequeño perfil del gran timbalero, que con amabilidad nos abrió las puertas de su casa y a quien esperamos ver muy pronto en Colombia, más exactamente en Bogotá.


Tomado de la pagina de la salsa
Diario el Espacio Bogotá
Escrito por John Cerón

viernes, 12 de julio de 2013

Tras el cumpleaños numero 77 de Oscar D´Leon la pagina de la salsa resalta un pequeño perfil de su vida.

Tras el cumpleaños numero 77 de Oscar D´Leon la pagina de la salsa resalta un pequeño perfil de su vida.






“Cuando sufrió el accidente en su ojo, él era el más positivo, siempre decía: ‘Vamos adelante que todo va a salir bien’, esto influyó mucho en su pronta recuperación. Es un hombre muy alegre y carismático”, así se refirió Yaneth Trejo, violinista de la orquesta, al cantante Óscar de León, en comunicación con El Espacio desde Venezuela, donde el llamado ‘Sonero del mundo’ prepara nuevos conciertos con esa alegría y entusiasmo que desborda tanto en los escenarios como en la vida personal.


Su nombre de pila es Óscar Emilio León Simoza, pero en el mundo artístico es conocido como Óscar De León o ‘El faraón de la salsa’, nacido en un día como hoy, hace 70 años, en esa Caracas de los años 40 y sus padres son Carmen Dionisia Simoza y Justo León.

Desde pequeño, el gran venezolano dio visos de ser un gran cantante y músico y fue así como en la escuela de su natal Caracas hacía sonar el pupitre como si fuera un bongó o una conga, influenciado por la Sonora Matancera y El gran Benny Moré. Una de las personas que quizás sin saberlo lo fue llevando por el camino de la salsa, fue su padre, quien escuchaba la música tropical y antillana que en ese momento sonaba y que Óscar supo guardar en su memoria, para luego ser el cantante más reconocido de esta nación suramericana.

El taxista de la salsa

Pasaron algunos años y ya en la adultez, Óscar de León, como lo bautizó su gran amigo, el arreglista y compositor Víctor Mendoza, alterna esa vocación por la música con su profesión de taxista y chofer de autobús.

“Esta época en la que Óscar ‘mataba tigres’ de día y de noche como él mismo refiere, cambió cuando casi al mismo tiempo le chocan el autobús, y el dueño del local donde tocaba de noche decide prescindir de sus servicios. Inspirado por la clave y el son de su inseparable bajo, decide ampliar la banda y conformar una auténtica orquesta de salsa, con la que nace la famosa ‘Dimensión Latina’”, reza uno de los tantos escritos que existen sobre el músico.

Jairo Martínez, manager de varios artistas, señaló que quien chocó el bus que manejaba Óscar sin saberlo le dio un aventón bien grande y mandó un gran sonero a la salsa. Pero además de conductor y músico, también fue mecánico, lo que ha sido ejemplo de que los sueños sí se pueden alcanzar.

Solo en el mundo

Los conocedores de este género musical señalan que era tanta la influencia y la importancia de Óscar de León en la ‘Dimensión Latina’ –la que creó junto al trombonista César Monje–, que para llenar su vacío en el momento de partir, trajeron a Andy Montañez, creador de ‘El Gran Combo de Puerto Rico’ –es ese momento señalada como la transferencia del siglo en la salsa–, otro ‘Titanic’ para hacer menos notoria su ausencia, mientras tanto ‘El sonero del mundo’ se abría camino con pasos agigantados en el mundo musical. “Es amante de su hogar, ama a su esposa, su vida ha sido ejemplar, es muy carismático, muy sentimental, cada vez que se sube a la tarima es como si fuera la última, se entrega en el escenario”, señala ‘Quike’ Sánchez,  coleccionista que ha seguido su trayectoria musical.

Su bajo

instrumento que el gran sonero aprendió a interpretar de manera autodidacta y que tocaba mientras sonaban los temas en los viejos vinilos.

‘Mi bajo y yo’ fue una de sus primeras composiciones y es un homenaje, como él mismo lo dice, a ese amigo inseparable con el que danza en el escenario y le hace recobrar vida.

Cabe recordar que uno de los conciertos –Festival de la salsa– más apoteósicos fue el realizado junto a su hijo en Estados Unidos, donde desde la tramoya del teatro donde se presentaba le dejan caer el bajo de color blanco e interpreta de manera magistral esa canción.

Como la frase ‘Óscar no vive de la salsa, vive para ella’, así es la vida de este sonero que dejó en el pasado las afecciones de salud que lo afectaron y que con su vigor, talento, voz magistral e improvisación ha hecho que sea hoy por hoy uno de los más grandes salseros. Solo resta decir que a “TODO SEÑOR, TODO HONOR...”



Tomado del Espacio
escrito por John Cerón







viernes, 28 de junio de 2013

20 años de la muerte de Héctor Lavoe: recordando con Priscilla Vega

20 años de la muerte de Héctor Lavoe: recordando con Priscilla Vega




Al rededor del mundo este fin de semana se celebrará un sin numero de homenajes, radiales, periodisticos, escritos, fotos, etc, sobre uno de los cantantes mas versatiles, aclamados y famosos de la salsa Hector Juan Perez Martinez "Hector La Voe" a quien mañana recordamos como el día de su descanso y el paso a ser leyenda y aprovecho para compartir esta nota de nuestro buen amigo John Ceron, columnista de la página de la salsa del Espacio  por que este es especial, quien se reunió con Priscilla Vega, hermana de Hector y asi lo recordaron:





20 años de la muerte de Héctor Lavoe: una estatua para el ‘Cantante de los cantantes’

“Héctor Lavoe, a pesar de llevar 20 años de muerto sigue presente y sigue siendo ‘El cantante de los cantantes’. Su música suena en toda Latinoamérica y mucho más en su natal Ponce, Puerto Rico”, así recordó Priscilla Vega a su hermano, en entrevista con El Espacio desde Nueva York, lugar donde pasa vacaciones –vive desde hace años en Puerto Rico–.
Ella fue la mujer que recibió al ‘Flaco’, al hombre que ‘respiraba debajo del agua’, cuando no tenía fama, pero sí esa voz prodigiosa que lo catapultó a la eternidad, en esa Nueva York de los años 60.

“Recuerdo que él estaba trabajando en la parte alta de un andamio y como era tan ‘flaco’, le dije que se bajara de allá y que regresara a la casa, que de alguna manera podría vivir sin necesidad de arriesgar su vida. Él se bajo y siguió con su sueño de la música. Al paso de los años se fue de mi lado, y yo me mudé nuevamente para Puerto Rico y conoció a Carmen, con quien duró muy poco tiempo, pero de esa relación quedó José Pérez, su hijo, luego se casó con ‘Puchi’, con quien tuvo a Hectitor, quien falleció trágicamente y adoptó a la hija de ella, Leslie”, recordó.    

“Héctor era una buena persona, muy chistoso, siempre salía con un apunte. Desde niño tenía la habilidad de cantar, en la escuela lo hacía desde los cinco años y se ganó un premio, y ya a los doce cuando la televisión llegó a Puerto Rico, empezó a participar en los programas y le fue bien, siempre veía y escuchaba a Felipe Rodríguez y Tito Lara –trovadores boricuas–”, agregó.

“Cuando ya logró la fama y nos veíamos en alguna reunión no nos cantaba, pues los compromisos lo atrapaban, pero sí nos llevaba su música. En esos encuentros se mostraba muy noble, cariñoso, era muy diferente a como lo muestran en las películas que han hecho sobre su vida, pues allí le dan énfasis a la actitud negativa y las cosas bonitas, como los conciertos no se muestran y eso duele. De los libros que hablan de él, me gusta el de Jaime Torres titulado: ‘Cada cabeza es un mundo’, pues él entrevistó a muchas personas y son cosas reales lo que allí se plasma”, manifestó la mujer.




Sobre sus momentos de inspiración y de musa, Priscilla dijo: “Héctor se inspiraba en lo que veía y le salían cosas graciosas, era repentista. Era muy grato estar con él, pues uno se reía de sus ocurrencias. Hasta en el hospital ya en sus últimos días no perdió el buen humor, hacía chistes, nunca estuvo aburrido o amargado. Sin embargo aunque estuviera rodeado de miles de personas, se sentía solo, era como depresivo, pues estaba al lado de uno, pero la mente estaba en otro mundo, esto se dio luego de conocer y alcanzar la fama”.

José Pérez

“Tengo comunicación esporádica con ellos –José y Leslie–, nos vemos cuando se cumple un aniversario más de su nacimiento, que es el 30 de septiembre. Cuando puedo visito a José y a su mamá Carmen, que viven en Tampa, pero ahora mismo se encuentran en Nueva York por algunos compromisos personales”, dijo.

Cuando le preguntamos sobre imágenes inéditas de ‘El hombre de Ponce’, nos dijo que sus ‘fans’ tienen cosas que ella jamás conoció, entre estas, fotos y recuerdos materiales. Sobre sus pertenencias manifestó que algunas quedaron en manos de Leslie y José, pero hace exactamente un año se registró un incendio en la casa de este último y se perdieron algunas cosas, otras más aún las conservan y según Eric Rivera, cantante boricua, amigo de Héctor y promotor de la estatua que están fabricando en homenaje al ‘Cantante’ y la cual estará exhibida en su pueblo natal, están buscando un centro comercial para hacer un museo con algunas de las cosas que pertenecieron al artista, como por ejemplo, sus grabaciones originales, sus discos de Oro y varios trajes que vistió en sus conciertos.

La estatua

Eric Rivera le manifestó a El Espacio desde Ponce que para el próximo 30 de septiembre esperan tener lista la estatua y desvelarla a sus fanáticos, esta escultura según el mismo Eric, tendrá movimiento y en sus manos estarán el micrófono y las inseparables maracas.

“El escultor que la está haciendo no conoció a Héctor, entonces nosotros le estamos diciendo cómo era para que le ponga los rasgos físicos exactos y así quede idéntico”, señaló Priscilla.

Aunque aún faltan 13 mil dólares para terminar la obra, Rivera, que fue amigo personal del artista, ha recorrido ‘La Isla del Encanto’ en búsqueda de recursos para que esta obra pueda ser terminada en la próxima celebración de su onomástico. Cabe recordar que durante dos años seguidos en su pueblo natal realizaron el festival de música ‘Héctor Lavoe’, el cual también quieren revivir para honrar su memoria artística. Igualmente cuando llega el 30 de septiembre –día de su natalicio– sus fans se vuelcan a su tumba ubicada en el cementerio municipal de Ponce, acompañados de tambores, maracas, güiros, guitarras, afiches, discos y grabadoras de cuyos parlantes salen las canciones que lo dieron a conocer mundialmente y celebran esta fecha, allí mismo reposan los restos de su hijo Hectitor y su esposa Nilda Román ‘Puchi’.

“En puerto Rico suena mucho su música, le hacen homenajes, hay posters en las discotecas y centros de rumba, nadie lo olvida, siempre está presente en varios países del mundo, entre ellos Colombia”, señaló la hermana.

Su legado músical

Sobre quién podría seguir cantando o por lo menos con su legado musical y que lleve su sangre, Priscilla manifestó que no lo ve muy fácil, pues aunque un hijo de ella es Dj y pone salsa y mezcla la música de ‘Lavoe’, no ve posible que lo imite, sin embargo tiene un nieto que aún no se sabe si siga sus pasos musicales.

Carmen Castro

Carmen Castro, quien fuera su primera compañera sentimental por algún tiempo y madre de su hijo José Pérez, también habló con El Espacio e hizo una semblanza del artista. “Cuando lo conocí era flaquito, muy alegre, en ese momento éramos muy inocentes. Recuerdo que lo vi por primera vez en un club cuando estaba tocando y así empezamos a salir y luego quedé embarazada y él se marchó”. “Cuando se acerca otro aniversario de su muerte, es muy doloroso tanto para mí como para José, su hijo, quien ha estado un poco enfermo y pues casi no quiere hablar”.

“Él poco estuvo con su padre cuando vivía y ahora después de muerto se llevaron sus restos para Puerto Rico, eso lo puso muy triste. En Nueva York José lo visitaba casi todos los días, cuando estuvo en la clínica y en su casa. Luego lo hacía en su tumba”, indicó.

Volviendo al artista y a sus amores con él, manifestó: “Héctor no era bailarín, era un jibarito normal, pero sí muy detallista, amoroso, pegajoso, cuando me daba rabia por algo me reconciliaba dándome besos y abrazos. Cuando se marchó de mi lado, me dijo que lo recordara con el tema ‘Ausencia’. Nunca me olvidé de él. Cuando podía me llamaba y muchas veces me dijo que algún día volvería conmigo. Le dio muy duro cuando supo que me había casado nuevamente. En sus últimos días lo visité y hablamos”, así recordó Carmen al hombre a quien la fama, la música, el dinero y los viajes lo rodearon, pero que a pesar de esto su vida de alguna manera fue triste y solitaria, como él mismo lo plasma con su majestuosa voz en la canción que compusiera Rubén Blades y que al final del tiempo resultó ser como una autobiografía de Héctor Juan Pérez Martínez, ‘Lavoe’, titulada: ‘El Cantante’.

tomado de la pagina de la salsa
el Espacio Bogotá
por John Ceron



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