Jerry Rivas: 35 años poniendo salsa en El Gran Combo
Cuando el sonero Andy Montañez dejó El Gran Combo de Puerto Rico,
muchos salseros pensaron que la orquesta decairía, que no existía otro
cantante que diera la talla del “Niño de Trastalleres”.
Pero se equivocaron porque la orquesta continuó exitosa con la
llegada de un muchacho blanco de ojos azules, quien con su voz y
presencia complementó la cadencia de “Los Mulatos del Sabor”, quienes
siguieron conquistando fanaticada en diversos países donde todavía los
reciben con gran cariño.
El 19 de abril de 1977, Jerry Louis Rivas Díaz cantó por vez primera
con El Gran Combo de Puerto Rico, en el antiguo Club Caborrojeño de
Guaynabo. Interpretó “Buscando ambiente” compuesta por el trompetista
Taty Maldonado.
Cuando Ithier contrató a Jerry Rivas, la noticia alegró muchísimo al
cantante, quien se sintió como si se hubiese pegado en la lotería. Sin
embargo, fue difícil ganarse los aplausos de los fanáticos de Andy y el
reconocimiento de otros cantantes salseros.
“Tenía que batallar con los fanáticos de Andy Montañez. Me decían en
la cara que yo no estaba en na’, que yo era muy blanco, que no cuadraba
con el grupo. Tuve mis frustraciones también porque no fue fácil.
Gilberto Santa Rosa entendía que yo no estaba en na’. Estaba molesto
porque se suponía que él era el que iba para El Gran Combo. Gilberto
dice que me odiaba…”, reveló Jerry.
Reconoció que Ithier le enseñó cómo interpretar una buena salsa,
porque aunque él es músico, “es un cantante de salsa innato, un
guarachero. Todo el mundo pensaba que El Gran Combo se acababa con la
salida de Andy y apareció este jíbaro, pero entiendo que Charlie Aponte
es el que coge las riendas. Tenía la responsabilidad grande. Desde el
principio, Charlie siempre estuvo ahí; no había cosa de celos. Él fue un
apoyo todo el tiempo. Cualquier cosa que yo le preguntaba, él me
ayudaba”, indicó Jerry.
El intérprete, quien nació en Tampa, Florida, llegó a la Isla cuando
tenía 5 años de edad. Aunque se crió en Cataño y en Bayamón, se siente
orocoveño, de tierra adentro y jíbaro de corazón porque su familia y sus
padres Primitivo Rivas y María Díaz eran naturales de Orocovis.
Antes de ser salsero fue roquero y guitarrista, pero aprendió a
escuchar salsa gracias a su hermano mayor José Enrique y a su admiración
por Cheo Feliciano. También se deleitaba mirando a El Gran Combo, en el
desaparecido Show de las Doce de Telemundo.
Como se crió en una familia alegre que le gustan la música y las
parrandas navideñas, Jerry aprendió a tocar guitarra por su cuenta
cuando tenía 13 años. Poco tiempo después, el tresista Carlos Seguí le
enseñó en Santa Mónica, Bayamón los primeros acordes del tres,
instrumento que se convirtió en el amigo inseparable del salsero.
Sus inicios en orquestas de salsa se remontan cuando de adolescente
perteneció al Conjunto La Cojoba, donde tocaba el tres. En ese grupo,
Frank Ferrer le pidió cantar dos boleros en un disco; uno era de Antonio
Cabán Vale, “El Topo”.
“Yo no sé si ‘El Topo’ recuerda cómo le maté ese bolero. La primera
vez que soneo fue en ese disco. Tenía como 18 años”, recordó bromeando
el cantante.
Luego, organizó el Conjunto Chaney junto a Nicolás Vivas y la
Orquesta La Vuelta junto a unos amigos y al músico Tommy Villariny.
Antes de ingresar a El Gran Combo, cantaba en Latin Brass a los 21 años
de edad.
Cuando surgió el rumor de que Andy se iba de “Los Mulatos del Sabor”,
Jerry no pensaba pedir una audición a Ithier porque consideraba que El
Gran Combo era muy superior para él. Sin embargo, el destino lo llevaría
hacia la mayor oportunidad de su vida musical.
“Me llamó el timbalero de El Gran Combo, Mike Marrero, y me dijo que
estaban buscando muchachos cantantes que quisieran audicionar con la
orquesta. Yo no le hacía caso porque pensé que era una broma de mis
amigos. Él me hizo la primera llamada, la segunda llamada. Él se da
cuenta de que yo no le estaba creyendo… La tercera llamada fue la voz de
Rafael Ithier que me dijo: ‘Tú no vas a venir (a la audición) porque
hace rato estoy esperando por ti’… Mi papá y mamá se pusieron bien
contentos”, contó el intérprete de “Y no hago más na” y su versión nueva
“Echar pa’lante”.
Nervioso acudió a la casa de Ithier en Bayamón, donde debió cantarle el merengue “Compadre Pedro Juan”.
“Ahí me dijo que fuéramos al estudio de grabación Ochoa Recording en
Hato Rey (San Juan). Allá fue la prueba de fuego porque estaban grabando
un disco cuando El Gran Combo cumplía 15 años. Cuando hago mi audición
cantando la salsa ‘Vamos’, estaban varios del grupo, pero vi que no
estaban muy contentos conmigo.”
Al otro día, Ithier les puso una grabación de la interpretación “La
mentira” con Latin Brass. Sin saber que el cantante era Jerry, los
integrantes del grupo aprobaron la voz. Cuando Ithier les indicó que era
“el mismo jíbaro que ustedes dijeron que no estaba en na”, todos se
asombraron y lo aceptaron en la orquesta.
La primera canción de Jerry que sonó en la radio fue “Buscando
ambiente” y después “Que falta de respeto”. En realidad, “la que se oyó
bastante más fue ‘La clave y el bongó’, composición de Agustín Lara. Si
vamos a hablar de cuál fue mi primera canción que se pudo escuchar duro
fue ‘El menú’ de Perín Vázquez”, dijo el salsero, quien recuerda lo
tímido que se sentía cuando hizo su debut en el programa famoso de Wapa
TV, “Luis Vigoreaux Presenta”.
A partir de esos temas, el vocalista ha logrado calar con canciones
exitosas, tales como “Ámame”, “Tintineo de copa”, “Gota de lluvia” y “No
te detengas a pensar”.
Son muchas las experiencias jocosas que ha vivido junto a sus
compañeros de la orquesta, pero jamás olvidará cuando por poco se
electrocuta durante un baile en el salón Palladium que estaba localizado
en Río Piedras. Cuando agarró un micrófono sintió una descarga
eléctrica y gracias a Dios, volvió a nacer porque Charlie se dio cuenta
del problema y desenchufó el micrófono rápidamente.
Resume sus 35 años en la orquesta como “un gran aprendizaje de cómo
realizarse como ser humano en todo y una de mis grandes satisfacciones
es que he podido levantar a mi familia estando en El Gran Combo. Este
grupo se debe al pueblo, nació del pueblo y morirá en el pueblo.
Representa a nuestra Isla y hay que representarla dignamente”, expresó
Jerry, quien dice en broma y en serio que aspira ser reconocido también
como “El Tresista del Swing”.