Celina González, la Reina del Punto Cubano
La muerte de Celina, se produjo en la Habana, Cuba, después de padecer por mucho tiempo los efectos de sopesar un infarto cerebral, estando en Miami en enero del año 2000, visitando a su familia residente allá, un infarto cerebral la sorprendió, fue atendida en el Jackson Memorial Hospital de la Florida, donde estuvo once meses internada intentando controlar la desafortunada situación.
Después fue trasladada a Cuba, donde siguió varios meses más bajo tratamiento médico. Con las limitaciones que una enfermedad de este tipo dejan, pero sus malestares fueron minando su capacidad, hasta el punto de no poderse valer por si misma.
Celina, como muchos artistas a través de las redes sociales fue dada por muerta en repetidas ocasiones, hasta que el día de hoy, varios portales cubanos, dieron y confirmaron la lamentable noticia de su deceso.
La reconocida artista quien formó parte del Grupo de música campesina Celina y Reutilio desde los años 40, es recordada y valorada en Colombia; también en Inglaterra hasta donde llegó y conquitó su música, visitó también México, Mozambique, Zambia, Angola, y las Islas Canarias, Argentina, Rusia, Bulgaria y Suecia entre muchos otros paises.
Realizo múltiples grabaciones con sellos disqueros internacionales como Odeón, Emi y Tumi.
Celina, quien comenzó su carrera artística cultivando el género musical cubano más antiguo, —el origen del punto cubano se produce en el siglo XVIII—; pero es también el género que menos importancia tenía, y desgraciadamente tiene, en Cuba y fuera de ella. El mérito grande de Celina fue que desde los fines de la década de los 40 rescató del olvido, con sus composiciones y su voz junto con Reutilio, ese género musical, y además, empezó a incursionar en la música afrocubana, fusionándola con la guajira.
En los comienzos de los años 50 hacen sus primeros discos, graban también jingles o anuncios cantados, actúan en teatros, cabarets, fiestas; llegan a tener programas radiales en varias emisoras al mismo tiempo.
El mundo quiere escuchar estas canciones que son al mismo tiempo un himno a una deidad religiosa católica y un orisha de la religión de los yorubas: Santa Bárbara y Shangó. Con Celina y Reutilio sale del closet el sincretismo religioso cubano, escondido por siglos. Harán lo mismo con San Lázaro y Babalú Allé o la Virgen de Regla y Yemayá. Pero Celina no abandona su veta guajira; brotan deliciosas creaciones como Soy guajiro del monte, Yo soy el punto cubano, entre otras. Al mismo tiempo interviene en varias películas.
Complemento noticia Fuente:
Libro: Celina González, una historia de amor
Autor: Mireya R. Fanjul
Editorial: Voces
2011.
Durante su niñez la familia se tratadó a Santiago de Cuba, ciudad en la que Celina comenzaría su carrera artística. A mediados de los años 40 del siglo pasado conoció al guantanamero Reutilio Domínguez Terrero, un guitarrista espectacular y notable, segunda voz, formando con él en 1947 el famoso dúo de Celina y Reutilio.
Cuando actuaban en el programa Atalaya Campesina, de la emisora Cadena Oriental de Radio, fueron descubiertos y llevados a la ciudad de La Habana por el ya afamado compositor de guarachas y también oriental Ñico Saquito, autor de las famosas guarachas-sones “María Cristina”, y “Camina como Chencha, la Gambá”, entre otras muchas. De él no solo recibieron esa gran ayuda, sino también musical y la influencia de su estilo peculiar.
Viajaron varias veces a República Dominicana y New York y participaron en las filmaciones de las películas cubanas Rincón Criollo y Bella la Salvaje, junto a la vedette Blanquita Amaro, los cantantes Celia Cruz, Olga, Tony y Ñico Saquito.
Lamentablemente en 1964, el dúo se separó y Celina González comenzó su futura carrera como solista. Algunos años después (1981), formó dúo con su hijo Reutilio Domínguez con el objetivo de rescatar parte del repertorio del antiguo dúo con Reutilio su esposo. Con él grabó en 1999 el disco “50 años como una reina”, nominado en el 2001 al Grammy Latino.
Lea mas sobre su Biografia en
Ecured
No hay comentarios:
Publicar un comentario