miércoles, 4 de marzo de 2015

Como falleció Miguelito Valdés en el salón rojo del Hotel Tequendama de Bogotá




Como Miguelito Valdés falleció en el salón rojo del Hotel Tequendama de Bogotá




"¡Perdón, señores!", exclamó con la angustia barnizada en el rostro. Soltó el micrófono y, obedeciendo a sus instintos, se llevó las manos al pecho.

En forma desesperada trató de desabotonarse la camisa. Esbozó una expresión ininteligible, le dio la espalda al público y quiso abandonar el escenario, pero cayó aparatosamente.

Todo ocurrió en fracciones de segundo. A las pocas horas, las agencias de prensa le informaban al mundo que, víctima de un ataque cardiaco, el rey de las melodías afro, de las rumbas y de las guarachas, había dejado de existir en pleno concierto, mientras cantaba.

La abrupta escena tuvo lugar la noche del jueves 9 de noviembre de 1978 en el salón Monserrate del Hotel Tequendama, de Bogotá. "Todo fue tan súbito que el asombro nos anuló cualquier tipo de reacción inmediata", dijo después Mario Gareña, el cantante barranquillero que alternó en aquella velada con el cubano.

"Se ha ido un grande de verdad. El vacío que nos deja es inmenso", señaló desde Miami Celia Cruz.

Miguel Ángel Eugenio Lázaro Zacarías Izquierdo Valdés y Hernández, como figuraba en su partida de bautismo, conocido mejor por Miguelito Valdés o 'Mister Babalú', nació el 6 de septiembre de 1912 en el popular barrio de Belén, en La Habana.

Sesenta y seis años, dos meses y tres días después, la muerte lo sorprendió en su ley, en lo suyo, tal como le había ocurrido en el coso al célebre torero español 'Manolete'; en el cuadrilátero al boxeador y campeón mundial cubano Benny 'Kid' Paret; en tarima al cantante venezolano Víctor Piñero, y a tantos otros mortales famosos y anónimos en sus oficios predilectos, a lo largo y ancho de la historia.

Miguelito había llegado para cantar en el Tequendama y posteriormente realizar una gira por diferentes ciudades, contratado por 'El Tenor de las Antillas', René Cabel, habanero, cantante y empresario residenciado en Bogotá

Solo quería 'los huesitos'









Las horas tras su muerte estuvieron envueltas en hechos deplorables. En su libro Cuando la vida era una fiesta, Édgar García Ochoa 'Flash' cuenta que René Cabel se comunicó con la franco-estadounidense Elyan: "Señora, la llamo para decirle que su esposo, Miguelito, acaba de morir en el hotel, le doy mi pésame y me gustaría conversar sobre el envío del cadáver...".

Señala 'Flash' que la viuda soltó esta perla: "Para qué, señor Cabel, enviar el cadáver. Entiérrelo allá. Y cuando ya Miguelito estar hecho huesitos, envíeme sus restos... Lo que sí enviar lo más pronto es la copia del contrato, para lo relacionado con el seguro". Cabel, lleno de contrariedad, tiró el teléfono, cuenta 'Flash'.

'Mister Babalú' fue sepultado en México gracias a los buenos oficios de Celia Cruz y Celio González, quienes lanzaron expresiones de indignación al saber la historia de "los huesitos".

Valdés vistió de etiqueta la música popular de Cuba a nivel internacional. Era un mulato fino y todo un showman. Tuvo actuaciones fugaces, pero sobresalientes en el cine. Fue un cantante completo, con una impresionante calidad para vocalizar boleros, chachachá, guarachas, sones, afros y ritmos del Caribe.

A 30 años de su muerte, su recuerdo sigue más vivo que nunca...

De su primera visita al origen de su recordado apodo

En 1939, vino a Colombia por primera vez. Se presentó en Barranquilla con el grupo Casino de la Playa.

Tocaba desde maracas hasta guitarra, con especial afecto por la tumbadora, los timbales y los cueros en general.

El apodo 'Mister Babalú' se lo puso Harry S. Truman, presidente de E.U., quien en una presentación le pidió a Valdés que cantara ''Babalú', su canción preferida, y durante toda la noche llamó al artista 'Mister'.

FAUSTO PÉREZ VILLARREAL
CORRESPONSAL DE EL TIEMPO
BARRANQUILLA

Fuente El tiempo







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